Nelson Castro: "Milei representa un riesgo para la sociedad democrática"

El neurólogo detalló cómo fue su viaje al corazón del conflicto en Medio Oriente y comparó sus impresiones con la grieta argentina. "El tema de la grieta en Israel me impactó, porque se nota en la calle, además, vi la maldad como una cuestión central, no como algo colateral", subrayó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Cada vez que te entrevisto, siempre me pregunto por el vínculo entre la música y el periodismo, ¿cuál es?

Tienen dos puntos de conexión: la pasión y la rigurosidad en la disciplina.  

¿Y en la medicina?

Va por el mismo camino, tanto la medicina como el periodismo tienen que ver con las personas, con sus hechos o sus afecciones. Si tuviera que marcar el aporte de la medicina, y que aplico en el periodismo, es la percepción automática del otro, y no me suelo equivocar. 

El conflicto en Medio Oriente desde adentro y una grieta interna

Recordaba aquello del médico del alma y se me viene la idea del tetrafármaco de Epicuro, el cual designaba con él el cuádruple remedio. Es decir, la medicina que viene a curar los cuatro miedos fundamentales de la vida: a la muerte, al dolor, al destino y a los dioses. ¿Se aplica a la situación que se está viviendo en Medio Oriente? Salvando las grandísimas distancias, ¿se aplica a la tristeza del alma que vive la Argentina?

Por supuesto. Es interesante lo que marcás porque escucho mucho esto del médico del alma, contemplando la diferencia de quien practica la medicina más orgánica o la más psíquica. Sin embargo, no podés ser médico si no sos médico del alma, sea la especialidad que sea. 

En lo que viví en Medio Oriente está presente esa percepción del alma, porque allí percibís la maldad, es impactante. En Ucrania, ves la guerra entre ejércitos que siempre tiene víctimas civiles que no tienen que ver con ella. Pero con el ataque de Hamas, vi la maldad como una cuestión central, no como algo colateral. 

Su idea era no solo matar a gente que no tiene nada que ver, sino hacer con crueldad. No vi en Ucrania tantos cadáveres como vi en Israel. Mi ojo médico me ayudó a ver que había cuerpos enteros pero también lo que eran restos que denotaban la maldad infinita. 

Hablé con personas que vivieron allí durante mucho tiempo y me planteaban que la grieta en Israel había crecido de manera exponencial y que eso mismo había creado condiciones de debilidad interna. ¿Notaste que, independientemente del Hamas, la división interna entre conservadores y progresistas es causa de esta situación? ¿Encontrás allí algún punto de referencia en la exacerbación de la grieta en nuestro país en discursos como el de los libertarios?

Absolutamente. El tema de la grieta en Israel me impactó porque se nota en la calle. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu hizo una visita a un campamento la semana pasada, y yo hablé con soldados reservistas que estuvieron allí. Estos soldados, profundamente enojados con Netanyahu, me decían que hasta la semana anterior del ataque del Hamas, estuvieron en las calles de Tel Aviv manifestando contra el primer ministro y aduciendo que “se quería llevar nuestra forma de vida”.  

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Todo esto me hizo acordar a nuestra grieta. Es que Netanyahu ha buscado la suma del poder público, como pasó con el kirchnerismo. Y por ende, se produce una grieta porque afecta el estilo de vida de la gente, la democracia. 

La nueva grieta argentina

A nosotros, el comienzo del kirchnerismo nos encontró la misma trinchera, casi solos. ¿Ahora la grieta no tiene que ver con aquellas ideas que plantean un sistema antidemocrático, haciendo que el kirchnerismo sea un adversario arcaico?

Milei representa un riesgo para la sociedad democrática. Esto demuestra que los componentes antidemocráticos superan los espectros “ideológicos”. El kirchnerismo quedó vetusto, porque no tiene poder, afortunadamente, desde el punto de vista metodológico. Los libertarios, desde el otro lugar, representan exactamente lo mismo. Por lo cual aquí hay un problema importante de una gran parte de la dirigencia política argentina. Además de una involución de la cultura de la democracia, independientemente de la ideología. 

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Volviste y te encontraste con un país distinto, ya que Milei era el favorito (incluso para ganar en primera vuelta) y ahora le pide a Bullrich que se sume a su equipo. ¿Cómo te imaginás que se van a ordenar las fuerzas, fundamentalmente en Juntos por el Cambio? 

Argentina es un país que está fuera de norma: ganó la elección un ministro que ha generado la mayor inflación en los últimos 30 años y con una gran pobreza en aumento. Esto va contra la lógica porque si gobernaste mal, lo habitual es que se termine.

El segundo punto es que la oposición es parte del problema. Este país tiene un núcleo peronista muy fuerte, es decir, con una gran vocación por el populismo de parte de su sociedad. Y los que son opositores deberían entenderlo, en lugar de decir que “hay un germen de cambio en la gente”. Y en la medida en que no lo terminen de entender son parte del fracaso. 

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Los argentinos eligen dirigentes que son responsables de sus fracasos. Dentro de esto aparece Milei, que tiene mucho de bleff. Por tanto, no es alguien por fuera de la casta, y, como se siente débil, llama a Bullrich y a la izquierda, a quienes había despotricado. Por ende, Milei no tiene ninguna convicción. Esto demuestra que los políticos argentinos están envueltos en comportamientos viciosos que no le permiten enfrentar los problemas graves del país. 

El paralelismo entre el peronismo y la Iglesia católica

Uno de tus libros tiene que ver con la salud de los Papas y, además, sé de tu gran relación con Jorge Bergoglio. A lo largo de la historia moderna argentina hubo una discusión respecto de si la doctrina social de la Iglesia y el concepto de justicia social, fue copiado por el peronismo.  ¿Es decir que el carácter argentino, más que populista, es católico con la doctrina universal de la Iglesia? ¿Esto es lo que es la Argentina?

Esto es la versión argentina de todo el tema de la justicia social. Una cosa es que sea producto de una cultura social, en donde todo sea posible por el trabajo de la gente junto con una actitud de solidaridad frente a otro, como consecuencia de un aporte tuyo a ese bien común. Mientras que el peronismo toma eso y procura dar justicia social a cambio del poder permanente. 

El Papa siempre repite que viene de una familia radical, gorila y antiperonista. Vos que lo conocés mucho más: ¿Es injusto decir que el Papa es peronista?

Desde el punto de vista de lo que él dice, es genuino. Ahora bien, desde la visión de los hechos, el Papa dice que es peronista pero se han visto otras actitudes. 

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¿No será que el peronismo copia la doctrina social de la Iglesia y que en realidad no es que el Papa sea peronista?

El peronismo es una copia de todo. Perón fue un hombre culto y astuto que se apropió de cosas. Como por ejemplo la frase de que “la única verdad es la realidad”, que mucha gente se la atribuye a él, pero es de Aristóteles. El peronismo no es una ideología, es una cultura (con la Iglesia católica como una gran base sustentadora) que tiene dirigentes con el objetivo de permanecer en el poder.

Por eso es que el peronismo fue menemista, kirchnerista, cualquier colectivo lo deja bien. Y esto explica la tragedia argentina. A veces escucho a los opositores y pienso que se equivocan al decir que la gente es víctima del peronismo, cuando los que lo votan no se sienten así de ninguna manera. Además, cuando a la oposición le tocó estar en el poder también fracasó. 

AO FM