La doctora en Lingüística, Silvia Ramírez Gelbes, pormenorizó el video de Alberto Fernández y manifestó que no dice de manera explícita cuál es el objetivo del discurso. "El argumento más fuerte es que dice que es necesario concentrar el esfuerzo en las acciones imprescindibles para llevar adelante la gestión", sentenció en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Qué descubren los expertos en análisis de discurso, que los analistas políticos no vemos, de la alocución de Alberto Fernández?
Lo que resuena es que elabora un discurso “por si las moscas”. Alberto no dice de manera explícita cuál es el objetivo del discurso.
Plantearía el análisis desde la perspectiva de la retórica clásica. Y es cierto que se observa un desarrollo clásico de discurso, con un inicio en el cual se apoya en una autoridad, ya que aduce que “yo llegué de la mano de Néstor Kirchner”.
Se puede estar de acuerdo o no con el gobierno del expresidente difunto, pero Alberto usó a Néstor en su discurso porque tiene una altura política que la ciudadanía no le reconoce a él.
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Además, dada su muerte, aparece como un figura protectora y mística. Ya esto, en la retórica clásica, habría sido concebido como La Captatio benevolentiae, es decir, la captura de la buena predisposición.
Y a partir de ahí, desarrolla una organización que es propia de los discursos argumentativos, los que buscan la persuasión en general.
No bien termina con esta alusión a Néstor Kirchner, y a la referencia de que falta poco para que se cumplan los cuatro años de gobierno, empieza a plantear la narración: hace una relación cronológica para enumerar las dificultades de su mandato.
La primera que refiere es a la herencia del ingeniero Macri, mientras se muestran imágenes de pobreza, el casi default y el pedido de auxilio al FMI. Además, se menciona la pandemia y la guerra, para luego mencionar la dificultad actual de la sequía.
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A este fragmento, que sirve como fundamento a la argumentación posterior, le siguen dichos acerca de que no se está quejando y que, aun con las dificultades, se han conseguido algunos avances. Ejemplifica con la producción industrial y las relaciones internacionales.
Pero, lo más importante del discurso es la segunda etapa. Allí, el argumento más fuerte para sostener la conclusión es que dice que, para él en este momento, es necesario concentrar el esfuerzo en las acciones imprescindibles para llevar adelante la gestión. Esto nos empieza a dar una pista del motivo de este discurso.
Recién pasada la mitad del video, dice que se debe generar un nuevo ciclo virtuoso en el que otros se empoderen. Quizá esta es la pista más fuerte para leer lo que va a decir en el epílogo. Es allí, tan sólo medio minuto antes del término, afirma que entregará la banda presidencial a quien haya sido elegido el próximo 10 de diciembre.
Eso nos ha hecho interpretar a la mayoría de nosotros, que quiso decir que le va a entregar la banda a otra persona, lo cual exige la inferencia de que él no se va a presentar en las PASO. Pero la verdad es que en ningún momento de este discurso de casi ocho minutos dijo “no me voy a presentar”.
¿Apelando a tu formación retórica, la Captatio benevolentiae del Presidente, la encontraste también en el discurso de renuncia de Mauricio Macri?
No tengo tan presente el discurso del ingeniero de hace poquito, pero el tono de Macri siempre es otro tono distinto al de Alberto. El exmandatario habla desde su lugar de autoridad.
Me voy a los cuatro discursos de Lacan, el de Macri es el discurso del poder.
Exacto, que es lo que no hace Alberto Fernández.
Bueno, justamente Alberto empezó así, diciendo “yo soy un tipo común”, o sea, el planteo de él era salirse del discurso del poder. Habría que ver si en términos lacanianos cuál sería su discurso, pero evidentemente siempre trató de hablar desde otro lugar.
Sí, digamos, la posibilidad del discurso del poder para Alberto Fernández venía anulada fundacionalmente. Porque a él, el que le otorga poder, es otra persona. Es más, es otra persona que se va a poner, supuestamente, por debajo de él.
AO JL