En los 39 años que transcurrieron desde la recuperación de la democracia en 1983 pasaron 31 ministros que se ocuparon de la cartera económica y Sergio Tomás Massa es prácticamente el primero que no estudió ninguna carrera de grado o posgrado relacionado con la economía. La única excepción fue el ingeniero Miguel Ángel Roig que fue el primer ministro de Carlos Menem en 1989, pero falleció a cinco días de asumir el cargo por lo que casi no tuvo tiempo de tomar el timón del rumbo económico nacional.
Massa estudió Derecho al igual que Hernán Lorenzino, el primer ministro del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner pero, a diferencia del tigrense, el ministro kirchnerista asumió con una maestría en Economía de la Universidad Di Tella. Todos los demás que se hicieron cargo del Palacio de Hacienda estudiaron una carrera de grado en alguna facultad de Ciencias Económicas y la mayoría de ellos en universidades nacionales como la de Buenos Aires, La Plata o Córdoba.
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José Ber Gelbard fue el único ministro de economía sin formación universitaria desde la última mitad del siglo XX. Sin haber terminado el secundario, Gelbard llegó al Palacio de Hacienda más por su militancia política que por su formación. Con el peronismo saliendo de la proscripción, Héctor Cámpora, primero, y Perón después, lo eligieron a él por ser un líder dentro del empresariado nacional. El inmigrante judeopolaco se había iniciado como comerciante hasta dirigir la Confederación General Económica (CGE) y fue uno de los baluartes de la burguesía nacional peronista. Pero claramente, eran otras épocas donde la formación académica era menos común y trascendente en la política.
Para remontarse a otro ministro que no fuera economista, en la segunda mitad del siglo XX hay que pensar primero en un gobierno no democrático. José Alfredo Martínez de Hoz fue el ministro de Economía de la dictadura militar. Proveniente de una familia tradicional de la Argentina, estudió Derecho pero, por su actividad privada, siempre estuvo cerca de la actividad financiera internacional.
Además, fue dirigente de la Sociedad Rural Argentina, responsable económico de la provincia de Salta (durante la Revolución Libertadora) y ocupó la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación durante el gobierno de José María Guido, las gestiones económicas de Federico Pinedo y, especialmente, Álvaro Alsogaray quien fuera después su padrino político.
Junto con este último, instalaron conceptos neoliberales apuntando a una economía más ligada a las finanzas y la exportación, relegando así tanto a la industria como a la producción nacional. Cuando tuvo poder de gestión, durante la última dictadura militar, logró que el Fondo Monetario Internacional le aprobara un crédito multimillonario.
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Las ideas de Alsogaray, quien con la llegada de la democracia sería el fundador de la UCEDE (Unión de Centro Democrático) aplicaría las políticas de un partido liberal que se podían observar en gobiernos como el de Margaret Thachter, en Inglaterra, y de Ronald Reagan en Estados Unidos.
Este flamante partido, en la década del noventa, se aliaría con el peronismo para así ganar las elecciones de 1989. En aquella alianza PJ-UCD, un jóven Sergio Tomás Massa iniciará su recorrido político que lo catapultaría muchos años después de la Facultad de Derecho al Palacio de Hacienda.
JL PAR
