La noche del jueves, la cantante y compositora mexicana Natalia Lafourcade brindó el primero de sus dos conciertos en el país en el Movistar Arena de Buenos Aires. El evento estuvo enmarcado por la presentación de su reciente álbum "De todas las flores". Su actuación abarcó tanto su repertorio actual como los clásicos de su carrera, creando momentos que se asemejaron a una ceremonia masiva.
El concierto contó con la participación de artistas locales como Conociendo Rusia, Adriana Varela y Kevin Johansen, aunque el enfoque principal fueron las canciones que estrenó recientemente.
Su álbum es la razón detrás de su gira por Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Este es su décimo trabajo de estudio, llegando después de una pausa de siete años desde "Hasta la raíz" (2015). Allí explora una amplia gama de géneros, desde jazz hasta folk, incluyendo momentos de bolero, cumbia, bossa nova y samba. También se sumerge en el son jarocho, un ritmo característico de su región natal de Veracruz.
Frente a un estadio casi lleno, Lafourcade demostró rapidez y solvencia al resolver problemas de sonido al inicio del espectáculo. Posteriormente, se sumergió en referencias y melodías que se vinculan con la naturaleza y la sanación, utilizando el autoconocimiento y exploraciones introspectivas profundas.
Durante el comienzo del concierto discutió la perspectiva de la "melancolía" en su presentación, explicando que para ella no representaba tristeza, sino más bien observación, inspiración y contemplación. También compartió cómo había aprendido esta visión de María Sabina, la chamana a la que llama "mujer medicina". Lafourcade narró la historia de María en la canción "María, la curandera", en la que canta: "Cúrate con los besos que te da el viento/Vuélvete cada día más lista".
Las historias con un fuerte mensaje se expresaron en un ambiente amigable y reconfortante. Sentada en un cómodo sillón de madera, con su micrófono y guitarra, Lafourcade compartió reflexiones como: "Le doy gracias a la muerte por enseñarme a vivir" (en la canción "Muerte", que cerró esta parte del espectáculo).
Antes de entrar en una sección que exploraba sus clásicos y los de la cultura popular latinoamericana, Lafourcade se puso de pie por primera vez y bailó. Se quitó el vestido, dando un simbólico paso hacia adelante y anunció: "Estamos en el otro lado, prueba superada", como una introducción a una etapa que incluyó la canción "Tonada de luna llena" del venezolano Simón Díaz.
El repertorio también incluyó "La llorona", una popular canción mexicana, y la canción argentina "Alfonsina y el mar" de Ariel Ramírez y Félix Luna. Lafourcade la interpretó junto a Adriana Varela, y ambas también colaboraron en una versión a dos voces de "Volver", de Carlos Gardel y Alfredo Lepera, con la participación de Gabriel Merlino en el bandoneón.
Luego, Lafourcade estableció una conexión más cercana con el público, conversando y compartiendo historias. El punto culminante fue una serie de canciones clásicas de sus álbumes anteriores, incluyendo "Soledad y el mar" de su disco "Musas" (2017), "Lo que construimos" de "Hasta la raíz" (2015) y "Para qué sufrir", que cantó junto a la banda argentina independiente Conociendo Rusia, liderada por Mateo Sujatovich.
La velada continuó con "Mi tierra veracruzana" donde combinó el baile zapateado con la poesía cantada. A medida que avanzaba el espectáculo y sonaban éxitos como "Tú sí sabes quererme" y "Nunca es suficiente", el público se puso de pie y comenzó a bailar en los pasillos del recinto.
La canción "Tú ve" marcó la entrada del último invitado, Kevin Johansen, con quien la compositora centroamericana entonó un manifiesto sobre el amor y sus diversas formas. El artista argentino expresó su aprecio por Lafourcade, señalando que siempre había imaginado su voz interpretando la canción. Luego agregó: "Esta canción nació entre vinos, cantos veracruzanos y tortilla de patatas". Juntos interpretaron "La fugitiva", una canción que comparten desde 2012, lo que creó una atmósfera de entusiasmo entre la audiencia. Kevin aprovechó para elogiar a Lafourcade, describiéndola como "puro arte con patitas".
FOTOS : Silvina Palumbo
JCCL / Gi