OPINIóN
Intercambio

Por qué los árabes adoptaron el mate

En un siglo, llegaron al país más de cien mil inmigrantes de Medio Oriente; los pocos “turcos” que regresaron a sus tierras impusieron entre los suyos una tradición que jamás prendió, en cambio, en Italia ni España.

Mate argentino en Siria Oriente Medio
Mate argentino en Siria Oriente Medio | Agencia Afp

El mate es la infusión de nos define y los argentinos la exportamos a los países árabes.

Los inmigrantes árabes, musulmanes y cristianos, comenzaron a llegar a la Argentina en las dos últimas décadas del siglo XIX. Provenían de los actuales países de Siria y Líbano, por entonces provincias del Imperio Otomano.

Ya en 1872, un funcionario de la Comisión Central de Inmigración Argentina mencionaba el arribo de cuatro “turcos” (por portar pasaporte turco otomano). Al año siguiente serían veintitrés. En 1899, aparecería la mención “árabe” en los registros; y en el censo de la Ciudad de Buenos Aires de 1910, la referencia a “otomano” como su sello de origen.

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Recién en 1920 surgió la distinción entre turcos, sirios, árabes y libaneses. Por entonces los registros oficiales alternaban la denominación de “turcos”, “árabes”, “sirios”, o incluso “musulmanes” al referirse a los viajeros provenientes de Medio Oriente.

Según los registros oficiales entre 1850 y 1950 arribaron a la Argentina unos 108.000 inmigrantes provenientes de Medio Oriente.

Se calcula que más de setenta por ciento de ellos profesaban religiones cristianas (maronita y ortodoxa predominantemente). 

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En 1895 se hablaba de que había en la Argentina 876 otomanos, es decir, árabes ingresados con pasaporte otomano. En 1905 hay ya unos 30.000 entre cristianos, musulmanes y judíos sefardíes. Y en 1914, alrededor de 64.000.

De hecho según el censo nacional de 1914, de una población total de 15.893.827 habitantes en el territorio argentino, sólo 18.764 declaró profesar la religión islámica.

En 1914, el cónsul otomano en Buenos Aires, el Emir Emin Arslán, calculaba que de todos los súbditos del Imperio Otomano arribados, entre ellos había numerosos árabes cristianos (70%) y judíos sefardíes (5%) y que un 25% era musulmán.

El Emir Arslán arribó a Buenos Aires el sábado 29 de octubre de 1910 en el vapor ‘Chili’ de bandera francesa. El matutino porteño La Prensa destacaba así la noticia: “La llegada del cónsul otomano era esperada con verdadero interés por la colectividad siria que en esta capital cuenta con más de sesenta y cinco mil almas [...] Dos bandas pertenecientes a las sociedades Juventud Otomana e Israelita esperaban en el desembarcadero de la dársena norte. Al entrar el ‘Chili’ con la bandera turca flameando al tope del palo mayor fue saludado con un largo aplauso por los manifestantes. Las bandas ejecutaron enseguida el Himno Nacional Argentino y luego el Himno turco seguido de La Marsellesa” (La Prensa, domingo 30/10/1910, Secc. 2ª, p. 10).

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El cónsul otomano, Emir Emin Arslán (1870-1943), musulmán de origen libanés, se radicaría en la Argentina y fundaría una famosa revista de cultura La Nota, en la que escribirían intelectuales como Leopoldo Lugones, Alfonsina Storni y Joaquín V. González.

Así como nosotros, los argentinos, tuvimos la herencia de las tradiciones de estos inmigrantes, ellos también tomaron tradiciones nuestras como por ejemplo el mate.

Declarado "infusión nacional" por el Congreso de la Nación  en el  2013, el mate es una costumbre que atravesaba por aquellos tiempos -y aún hoy- todos los estratos sociales, unía e igualaba: era consumido por ricos, pobres, amos, esclavos, nativos, españoles, hombres, mujeres, jóvenes y viejos. Incluso se compartía entre miembros de diferentes posiciones, como esclavo y patrón.

También es un rito esencial en Uruguay, Paraguay, el sur de Brasil, Chile y Bolivia.

El mate

El consumo de yerba mate se ha expandido en muchos otros países como EEUU, España, Francia, Italia, por ejemplo. Pero quienes lo consumen son principalmente  los inmigrantes argentinos, uruguayos, brasileños o paraguayos.

Este no es el caso de Siria y Líbano. En estos países, no son los inmigrantes los protagonistas de la práctica cultural sino el seno mismo de la población local y constituye para ellos una tradición muy esencial a su identidad popular.

Aquellos que retornaron a sus países de origen conectaron de alguna manera estas tradiciones, pero lo que no logra explicarse es porqué esto sucedió en gran medida en Siria (un poco menos en Líbano) y no sucedió así con Italia y España. 

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150 años más tarde, Siria es hoy el mayor importador de yerba mate de Argentina.

El Instituto Nacional de la Yerba Mate informa que “Siria es el tercer mayor importador de yerba mate del mundo, según datos del 2021 del Observatorio de Complejidad Económica (que reúne datos comerciales por países). Y promete expandir el consumo de yerba mate: “Ahora, varias empresas sirias importan yerba mate y la comercializan en sus propios envases”, cuenta la publicación. “En la ciudad de Idlib, en el noroeste de Siria, las vallas publicitarias de productos nuevos de yerba mate invitan a los habitantes a “probarla”, agrega el informe.

Ya en diciembre 2023, este mismo medio de comunicación le había dedicado un espacio al mate reflejando su presencia en el mundial de Qatar e incluso vinculando el éxito futbolístico al consumo de la yerba mate.

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Si bien la costumbre de tomar mate tiene similitudes en el sur de Brasil, Uruguay y Paraguay, aquí no sucede lo mismo, existen diferencias con nuestra tradición.

Nosotros compartimos la totalidad del ritual del mate; en Medio Oriente, sólo comparten el agua caliente.

“El mate en Siria se toma igual que acá -Argentina-, pero en algunas zonas se toma de forma individual. Comparten la pava o el termo y cada uno tiene su bombilla”, detalla Omar Kassab que dirige la empresa yerbatera Hoja Verde, en Misiones.

Y agrega que “se toma en vaso de vidrio porque es mucho más higiénico para poder sentir bien el gusto de la yerba”.

También tienen la ceremonia de la yerbera, azucarera, una fuente, una taza pequeña para que cuando se lava la yerba -y pierda sabor- se cambie. Y lo acompañan con pistacho, semillas de zapallo, con algo dulce o salado.

* Lic. Estudios Orientales Cultura y Religión del Mundo Islámico (USAL); Docente de Protocolo y Ceremonial del mundo Islamico (CERIC); Doctor Honoris Causa Centro Islámico de la República Argentina; Profesora Historia y Cultura de Asia y mundo Islámico (Inst. Hannah Arendt); Ex-Asesora del Ministerio de Comercio Exterior, Turismo e Inversiones de la provincia de Chubut.