OPINIóN
Opinión

Del compromiso de Argentina con el pueblo haitiano y la búsqueda de soluciones haitianas a los problemas haitianos

haiti 1 g_20230831
Haití. | AFP

El 2 de octubre pasado, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por resolución el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad en Haití, liderada por fuerzas policiales de Kenia, bajo el Capítulo VII de la Carta de la Organización, lo cual significa que el Consejo puede autorizar el uso de la fuerza una vez agotados otros medios, para mantener la paz y la seguridad. Sin embargo, en esta resolución las reglas de empeñamiento y uso de la fuerza no estarán respaldadas por decisiones del Consejo, como establece la Carta para las Operaciones de Mantenimiento de Paz, sino acordadas por Kenia en consulta con Haití y los países que integren la misión de seguridad. Se trata este, de un aspecto que abre un interrogante respecto de la legalidad y respeto a los derechos humanos de las acciones que se lleven a cabo en un escenario de profunda imbricación entre las bandas criminales y la población.

La Argentina, por su parte, ha resuelto desde hace dos años, profundizar la recuperación de su solidaridad activa con Haití a través de la implementación de proyectos en seguridad alimentaria, salud y formación, en pos del fortalecimiento de las capacidades del Estado y el pueblo, haitianos.

El primer hito fue la reactivación del Programa ProHuerta a partir del pedido expreso del Canciller de Haití Jean Victor Geneus al Canciller Santiago Cafiero durante la VI Cumbre de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC). Cafiero encargó su reactivación a la Agencia de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria-Cascos Blancos (ACIAH) del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Así, la reactivación del Programa ProHuerta fue de las iniciativas prioritarias de la Argentina en ejercicio de la presidencia pro tempore de (CELAC).

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El ProHuerta, con más de 30 años de existencia, es un ejemplo de una política argentina de alto impacto en el desarrollo local y regional que gestionan el Ministerio de Desarrollo Social y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Su ejecución en Haití fue financiada, entre 2003 y 2015, por el Fondo Argentino para la Cooperación Sur-Sur (FOAR) de la Cancillería argentina y, entre otros, por aportes de la cooperación canadiense. Lamentablemente, quedó desactivado en 2016. Sin embargo, dejó una huella imborrable en la memoria del pueblo caribeño, especialmente en la red de técnicas y técnicos que participaron entonces.

Pero, como es sabido, la situación de Haití -país sumido en una acumulación de crisis y desastres socio naturales-, y la de nuestro país, no son las de aquellos años. Por consiguiente, ante ese panorama fue necesario buscar nuevos socios con capacidad logística en Haití para hacer viable la concreción del proyecto. El Programa Mundial de Alimentos (PMA-FAO) de Naciones Unidas con sede en Haití (co-responsable junto con el Gobierno de Haití y numerosas organizaciones de la sociedad civil de la implementación de los programas alimentarios en ese país), se constituyó en la contraparte inicial. Posteriormente, se sumó un sustantivo aporte de Francia y una más activa participación del Ministerio de Educación de Haití.

Para ello, reconfiguramos el programa original en “ProHuertas Agroecológicas Escolares en Haití como Estrategia de Construcción de Seguridad Alimentaria y Nutricional” de modo de potenciar el impacto del ProHuerta desde el campo educativo haitiano con el objetivo de estimular la seguridad alimentaria y la salud nutricional de las comunidades locales en situación de vulnerabilidad. En efecto, actualmente su implementación es llevada a cabo en veinte escuelas de dos regiones ubicadas en el Departamento de Artibonite, al norte del país, y en el Departamento Sud, al sur del mismo. 

Ante el agravamiento de la situación motivada por el bloqueo de bandas armadas a la distribución de combustible durante los meses de septiembre y octubre de 2022, el Canciller Santiago Cafiero ordenó a la presidencia de la ACIAH movilizar una misión de evaluación in situ y de primera mano de la situación de Haití, misión que encabezaron las autoridades de la Comisión Cascos Blancos: quien suscribe, el vicepresidente Pablo Virasoro y la directora nacional de Asistencia Humanitaria Mariana Galvani.

En esa oportunidad la Comisión Cascos Blancos precisó tanto las graves limitaciones al acceso a alimentos, a la atención sanitaria y al agua atravesadas por la población, como así también registró grupos de empresarios, organizaciones de derechos humanos, académicos, sindicalistas y funcionarios movilizados con la convicción de promover “soluciones haitianas a los problemas haitianos”. De modo que el proyecto ProHuerta en escuelas pudo seguir su curso.

Entre la reactivación del proyecto en 2022 hasta la fecha ya se realizaron tres misiones: dos de ellas mediante el desplazamiento de técnicas y técnicos del INTA, del Ministerio de Desarrollo Social y de Cascos Blancos a Haití, y una de capacitación de técnicas y técnicos haitianos en la Argentina. Esta última, que finalizó el 22 de septiembre de 2023, se llevó a cabo en la provincia de Chaco y tuvo por objetivo intercambiar posibles acciones territoriales ante las dificultades en la gestión del suelo y el agua que atraviesa el país caribeño. El despliegue se hizo en una región de nuestro país que enfrenta una problemática similar. A su vez, el proyecto prevé una nueva misión para antes de fin de este año y la continuidad para articular el desarrollo agroecológico de las escuelas en la comunidad local.

El segundo hito ocurrió en mayo de 2022 cuando, junto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Comunidad del Caribe (CARICOM), el Instituto Malbrán (Ministerio de Salud) y la ACIAH, se lanzó el proyecto “Fortalecimiento de la Detección y Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM)”, con aportes del FOAR y de los 14 países miembros de la CARICOM: Haití; Antigua y Barbuda; Bahamas; Barbados; Belice; Dominica; Granada; Guyana; Jamaica; San Cristóbal y Nieves; Santa Lucía; San Vicente y las Granadinas; Surinam y Trinidad y Tobago. La iniciativa tiene como objetivo enfrentar, de forma coordinada y conjunta, la resistencia a los antibióticos y mitigar los riesgos que ésta provoca en la salud humana, animal y del medio ambiente, así como detener la aparición y la propagación de infecciones resistentes a los medicamentos.

En tanto cabe señalar que, en el marco de la VII Cumbre de la CELAC realizada en Buenos Aires, se reunieron el presidente Alberto Fernández y el Primer Ministro de Haití, Ariel Henry, quien agradeció las acciones antes mencionadas. Allí, además, se suscribió un acuerdo para la formación de cadetes haitianas y haitianos en los institutos educativos de las Fuerzas Armadas argentinas. El presidente Fernández destacó el compromiso de nuestro país con el fortalecimiento de las capacidades de Haití y a la búsqueda de “soluciones haitianas a los problemas haitianos”. 

Creemos fundamentalmente, que los problemas en Haití exigen también la solidaridad activa de la región para contribuir a la construcción de los mejores mecanismos que acerquen posiciones entre referentes institucionales en función del beneficio de las mayorías haitianas y su acceso a derechos fundamentales.

 

*Sabina Frederic, Presidenta de la Agencia de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria-Cascos Blancos, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Argentina