El pasado 9 de agosto, publiqué en PERFIL la nota “La peligrosa moda de los odiadores”. Allí hice referencia a un nuevo fenómeno que se está desarrollando vía redes sociales, el de los influencers de la “nueva derecha” que cultivan un discurso del odio que, en muchos casos, ha llevado a algunos de sus seguidores a cometer atroces atentados. Como el de Christchurch en Nueva Zelanda, que costó la vida de 51 personas que rezaban en una mezquita musulmana, otro en Texas en un Walmart, donde murieron 22 personas. O en los recientes disturbios raciales en Wisconsin, donde un joven blanco de 17 años disparó con su fusil contra los manifestantes matando a dos personas. En todos los casos, eran seguidores en las redes de estos grupos de derecha. Es importante decir que en Estados Unidos tanto Facebook como YouTube ya tienen políticas para censurar y restringir los mensajes de odio.
Youtubers. En mi nota mencioné que Argentina tenía un grupo de youtubers que cultivan el discurso del odio. Mencione a Presto, Tipito Enojado, Alvaro Zicarelli y Nicolás Moras. Me preguntaba cuánto tiempo faltaba para que algún seguidor de estos grupos saltara de las redes a las calles y cometiera un acto de violencia. Por supuesto, esa nota me valió una catarata de insultos por las redes y amenazas diversas por parte de estos personajes.
Desde hace años me dedico a investigar y escribir sobre la violencia política en nuestro país, porque aspiro a que la comprensión de la historia nos permita encauzar las disputas dentro del sistema democrático. Mi generación ya ha tenido suficiente cuota de sangre derramada y deberíamos tratar de evitar que nuevas generaciones pasaran por lo mismo.
En las marchas anticuarentena que vemos estos días, además de los tradicionales opositores al Gobierno, existen dos grupos con discurso violento. Uno, el vinculado a la vieja derecha cuasi nazi, los seguidores de Biondini, Caponnetto, etc., que integran nostálgicos de la dictadura, muchos ex integrantes de fuerzas de seguridad, etc. El segundo grupo con discurso violento es el de los “anarco-libertarios”, jóvenes que proclaman que estamos en una dictadura que les cercena sus libertades a partir de las restricciones vinculadas a la pandemia.
Además de los ataques a un medio periodístico, han sucedido algunos hechos preocupantes. Un joven (con problemas psicológicos) estrelló su auto en la embajada china “para entregar un mensaje al embajador sobre una conspiración”. Otro, también “con problemas psicológicos”, atacó con bombas molotov el paredón de la residencia presidencial. Y la amenaza a la vicepresidenta Cristina Fernández, realizada por el youtuber alias Presto.
Metáforas. Eduardo Prestofelippo se confiesa admirador de Patricia Bullrich (fue la primera en solidarizarse con él) y fue candidato de Espert en la última elección. En su habitual discurso de odio se “fue de boca” e incurrió en el delito de amenazas. Concretamente dijo por Twitter, refiriéndose a Cristina Fernández: “Vos no vas a salir viva de este estallido social. Vas a ser la primera –junto con tus crías políticas– en pagar todo el daño que causaron. Te queda poco tiempo” . Lógicamente se le abrió una causa judicial y por resistencia a la orden de allanamiento tuvo que pasar unas pocas horas detenido.
Por consejo de su abogado ahora repite que lo de “no vas a salir viva” fue solo una “metáfora”. Pero si revisamos para atrás los posteos de Presto, podemos ver que son demasiadas las “metáforas” que acostumbra proferir.
Por ejemplo el 21-08-20 publicó un video en el cual dice: “Mayra Mendoza se tiene que ir escupiendo sangre de la Intendencia de Quilmes”. El 02-05-20 en otro video, refiriéndose al intendente de Paraná, Adán Bahl, luego de gruesos insultos, dijo: “Yo les aconsejaría a los trabajadores municipales que no vayan a prender fuego la municipalidad, vayan a la casa de Adán Bahl y préndanle fuego a la casa con toda la familia adentro”. El intendente presentó una denuncia por amenazas.
El Presto suele lucirse también en Twitter con sus comentarios. Por ejemplo: el 20/06/20, refiriéndose a hijos y familiares de desaparecidos, escribió: “Hay que reactivar la ESMA urgente”. En el Día de la Policía tuiteó: “No lo olviden: el único ladrón bueno es el ladrón muerto”. El mensaje en el Día del Ejército fue: “El pueblo necesita el Ejército de Lonardi, de Lanusse”. El 04-06-20, refiriéndose a la militancia de izquierda, tuiteó: “Eso se cura con 400 gramos de picana cada dos minutos, 350 gramos de toalla mojada cada media hora y una dosis de submarino por día”. Muy triste que un tipo joven haga un panegírico de la tortura cuando hubo miles de jóvenes como él que la sufrieron en carne propia.
Peligro. Probablemente este personaje nunca vaya a empuñar un arma para agredir a nadie. Pero lo preocupante son los miles de seguidores de estos difusores del odio, y allí radica el peligro latente. La diputada Gabriela Estévez, que presentó la denuncia penal por la amenaza a la vicepresidenta, además de recibir cientos de mensajes insultantes por las redes, recibió una docena de amenazas de muerte, de violación en manada, etc., etc.
Para quienes alegan que se atenta contra la libertad de prensa, es bueno recordar que durante el gobierno de Mauricio Macri hubo 11 causas judiciales con detenidos por insultos y/o amenazas a funcionarios de gobierno. “Cada amenaza, no importa a quién sea, se investiga y se remite a la Justicia”, declaró la entonces ministra Patricia Bullrich, en relación con las detenciones e imputaciones hacia los usuarios que insultaban o amenazaban a funcionarios por las redes sociales.
Otro personaje, alias Tipito Enojado, el 21-08-20 publicó un video donde reiteradamente dice que ante la inseguridad hay que “armarse”. La frase no es novedosa. Pero lo preocupante son los comentarios de sus “seguidores”. Por ejemplo, Matías Var escribe: “Gente, a estos no los sacan más. La única alternativa es un batallón de snipers” (francotiradores). Un alias Flipy Senpal dice: “Yo ya estoy armado, empiecen a hacer lo mismo y no sean tan pelotudos, si no se puede conseguir un fierro por derecha lo hacen por izquierda, como hace el enemigo”. M R A dice: “Hay tutoriales en YouTube para hacer armas caseras. Contactate con talleres de tu barrio y ciudad para fabricar armas... yo siempre lo dije. Un pueblo armado nunca será esclavizado”. Son algunos de los muchos comentarios que pintan el clima que crean estos “influencers” de la derecha del odio.
Historia. El discurso de estos personajes llama a los jóvenes a “rebelarse frente a la dictadura”. Claro, desconocen lo que es vivir en dictadura y cuánto tiempo durarían libres haciendo este tipo de proclamas. Y volviendo a la historia, su discurso se asemeja mucho al agitado en 1955 por los Comandos Civiles, que fueron la primera guerrilla argentina con ideología liberal de derecha. Sus integrantes pertenecían a familias de clase media alta o clase alta. Algunos tuvieron periplos muy singulares, como el caso de Diego Muñiz Barreto cuya historia relaté en mi nota en PERFIL “Del ‘Muerte a Perón’ al ‘Perón o muerte’”. Muñiz Barreto, de Comando Civil en los 50 pasó a mecenas de Galimberti y diputado de la JP en los 70, y presentó a Galimberti a las hermanas Julieta y Patricia Bullrich, que más tarde ingresarían a Montoneros. Otra curiosa paradoja de un pasado reciente que no se termina de saldar.
Pienso que estos noveles “influencers” del odio todavía no tienen idea de lo que la violencia política significa. Pero una dirigente adulta como Patricia Bullrich, que fue una activa militante montonera, sabe perfectamente de qué estamos hablando, y no debería, ya a su vejez, seguir incitando nuevamente a la tragedia en la Argentina.
*Autor de La Lealtad.
Los montoneros que se quedaron con Perón y Salvados por Francisco.