Entre las tantas consecuencias que nos dejó la pandemia se encuentran los aumentos de usuarios y conexiones en la dark web, aquella que mantiene ocultos a sitios y mercados fraudulentos propensos a estafas y falsificaciones a los que sólo es posible acceder a través de un software de enrutamiento especial. Hoy es sitio de manipulación de la sensibilidad de la gente, a través del falso ofrecimiento de productos contra la COVID-19, incluyendo varias vacunas contra la misma.
Allí, ya desde el inicio de la pandemia, era común conseguir productos de protección personal como barbijos, guantes, máscaras quirúrgicas, tests rápidos y hasta medicamentos antivirales promocionados como posibles curas para el virus y medicamentos antipalúdicos como la hidroxicloroquina.
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En esta línea, no sorprende encontrar publicaciones sobre las diferentes vacunas contra la COVID-19 cuando se está distribuyendo alrededor del mundo. Apareció la falsa posibilidad de adquirir varias de ellas, de la mano de ciberdelincuentes que sacan provecho del contexto, ininterrumpidamente desde comienzos de la circulación del virus en el planeta.
Ya en el mes de mayo descubrimos el ofrecimiento de una falsa vacuna para COVID-19 e incluso búsquedas en foros donde algunos usuarios piden información sobre plasma sanguíneo de pacientes recuperados.
Fui víctima de un delito informático, ¿cómo debo proceder?
Este tipo de sitios se asemejan a conocidos mercados como Amazon, aunque desde ya no ofrecen garantías, términos ni condiciones de sus servicios. Por ejemplo, en uno de ellos se especifican las condiciones de envío y se informa sobre el cambio de la etiqueta original por una diferente con el objetivo de simular un transporte más "seguro" buscando el anonimato. Estos sitios sólo buscan la vulnerabilidad de las personas, una situación muy preocupante hoy día ya que los usuarios podrían creerse inmunes y comportarse en consecuencia, diseminando el virus.
Considerando un volumen aproximado de 8.5 billones de usuarios y dispositivos online al mismo tiempo, se hace imprescindible continuar trabajando en la educación y concientización del peligro existente y desde la casa de cada uno. Los sitios a menudo se disfrazan para que parezcan legales y realizar lo que se conoce como “phishing”.
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Teniendo en cuenta que la cantidad y agresividad de los ciberataques fue en ascenso desde iniciada la pandemia y que comprendió no solo a personas de a pie sino además a entidades de salud, laboratorios, e incluso la OMS, es imprescindible recalcar la importancia de practicar el escepticismo en todo ámbito.
En 2020 la cantidad de ataques online creció 300% y la de delitos efectivamente consumados 70%. Pasaron de 4.000 por semana en enero a 250.000 en mayo, recrudeciéndose. Se volvieron más sofisticados. Observamos a través de nuestra tarea de monitoreo que las instituciones de salud y las personas estafadas en compras online están incluidas en el ranking de víctimas, de lo que hemos llamado la “Ciberpandemia”.
Qué es el phishing, o fraude informático, y cómo evitarlo
El factor humano sigue siendo una parte esencial de la tecnología. La mayoría de las personas no tiene una capacitación para estar preparada para estas estafas y aprender sobre algo que está cambiando todo el tiempo es muy difícil. Pero debemos ser conscientes de nuestras decisiones. Debemos ejercitar nuestro comportamiento digital, ser escépticos y tener autodisciplina.
* Gabriel Zurdo, CEO de BTR Consulting, Especialista en ciberseguridad, riesgo tecnológico y de negocios.
