En la ciencia no gana ni mi idea, ni la tuya; gana la mejor idea. Eso no pareciera ser análogo a lo que pasa en este momento en nuestro país.
Tristemente, hoy el país se divide nuevamente en dos: quienes pelean por las clases presenciales y quienes consideran que, en esta situación de pandemia, no deben ir los chicos a la escuela. Y en el medio de la discusión, una guerra declarada entre CABA y provincia.
Clases presenciales: La Corte Suprema se declaró competente y definirá la discusión
¿De qué hablamos cuando hablamos de escuelas cerradas? Hablamos de millones de chicos que se vuelven a caer del sistema, especialmente los chicos más vulnerables. Dificilísimo hablar de virtualidad si los chicos no tienen dispositivos móviles o conectividad, si la familia no apoya lo suficiente, o si no han desarrollado ciertas habilidades que les permitan sostener esta virtualidad.
Todos sabemos que la escuela no es solamente el lugar en donde se transmiten contenidos: es el lugar que tiende puentes, que brinda oportunidades, que nos iguala para salir a pelear la mejor vida que podamos tener. Es el lugar que cobija, que protege. Es el lugar en donde los chicos pueden desarrollar habilidades sociales, emocionales y físicas, además de las cognitivas.
La vida, la presencialidad que hay que defender
Los que se oponen, están pensando en anteponer la salud por sobre todas las cosas. ¿Quién tiene razón: lo que piden por escuelas abiertas o por cerrar las escuelas en este momento? ¡Todos!
Nadie pone en discusión que en un pico de pandemia, la escuela debe cerrar. Sin embargo, cuando la educación es importante para un país, se toman todas las medidas necesarias para que las escuelas sean lo último que se cierra y lo primero que se abran, siempre en un marco de seguridad. Y seguridad implica edificios preparados con todo lo que deben tener para hacerle frente a la pandemia, desde infraestructura, insumos, recurso humano, etc.
La escuela es mucho más que un edificio
Debemos cuidar a los docentes para que se sientan seguros y transmitan esta seguridad a familias y alumnos.
Son muchos los estudios que dicen desde hace tiempo que las escuelas, cumpliendo con los protocolos, son lugares seguros. De hecho, se respeta mucho más el protocolo en la escuela que en las reuniones sociales o en el transporte público, que son el verdadero foco de contagio. Por lo general, el control epidemiológico dentro de las escuelas es mucho más riguroso de lo que pasa una vez que los chicos salen de las escuelas. Y tal vez ahí, es donde debemos poner el foco de atención.
No se puede hacer política con la salud y la vacunación
Cuando, como país, comprendemos que sin educación no hay futuro, que hay más pobreza, desesperanza y menos oportunidades, se generan consensos para buscar soluciones. Se busca por todos los medios preservar a la escuela, al tiempo de tomar otras medidas de prevención.
Las escuelas deben estar cerradas lo mínimo indispensable. Y mientras estén las escuelas cerradas, tal vez podamos poner todo de nuestra parte para que el esfuerzo de cerrarlas haya valido la pena.
* Laura Lewin es autora, consultora y oradora TEDx. Ha escrito números libros sobre educación. Su más reciente libro es La Nueva Educación (Editorial Santillana 2020).