Un hombre de 43 años, que había sido condenado en la ciudad de La Plata por atacar a golpes a su ex mujer hasta dejarla ciega, volvió a ser detenido cuando intentó acuchillar a su actual pareja en su casa de Merlo.
Carlos Goncharuk es un hombre que posee graves antecedentes por violencia de género. Susana Gómez, su ex mujer, llegó a denunciarlo trece veces durante nueve años. En 2012, finalmente, fue llevado a juicio oral y condenado a ocho años de cárcel, una pena que cumplió de manera ininterrumpida.
En esos años, el acusado no obtuvo ningún beneficio de excarcelación anticipada por tener “mala conducta” y por haberse negado a realizar el curso de “violencia de género” exigido por los jueces del Tribunal Oral Criminal Nº 5 de La Plata como parte de la condena.
En septiembre del año pasado cumplió la totalidad de la pena y recuperó su libertad, aunque no pudo regresar a la ciudad de La Plata porque el Juzgado de Familia N° 5 le impuso una exclusión perimetral de 100 kilómetros y una tobillera electrónica para evitar que pueda acercarse a su ex mujer.
En prisión, Goncharuk inició una nueva relación sentimental con otra mujer, con la que tiene un hijo de 4 años y espera otro. Apenas salió de la cárcel se fue a vivir con ella a una casa de la localidad bonaerense de Merlo, donde hace diez días fue detenido nuevamente.
De acuerdo a las fuentes, su actual pareja, que está embarazada, escapó de su domicilio ubicado en la calle Balvastro al 1500, entre Cenet y Larraniaga, cuando Goncharuk intentó lastimarla con un cuchillo.
La mujer dio aviso a la Policía y una comitiva de la Comisaría 3ª lo detuvo, pese a que resistió el arresto e intentó atacar a los efectivos que participaron del operativo.
Enterada de la detención de su ex pareja, Susana Gómez le pidió a la Justicia que “no lo libere” y escuche su reclamo para evitar que este hombre pueda cometer una masacre.
“Está más que claro que esta persona está mal y que necesita asistencia, como siempre hemos pedido. Solo espero que esta vez la Justicia Penal escuche porque no puedo creer lo que volvió a pasar”, aseguró la mujer.
Susana aseguró que ella está “viva gracias a la ayuda que recibió” de la ONG Casa María Pueblo, que le dio refugio con sus cuatro hijos y la asistió durante todo el proceso judicial.
Darío Witt, abogado de Susana y fundador de la organización, también exigió que la Justicia no lo suelte. “Es peligroso que esta persona esté libre porque sabemos que va a volver a atacar. Ya incumplió la sentencia negándose a hacer el curso de violencia de género, pero parece que la Justicia espera que termine asesinando a alguien”, aseguró a PERFIL.
El letrado, además, contó que la ONG que asistió a Susana necesita ayuda financiera para seguir funcionando y explicó que fueron seleccionados por el Banco Nación (BNA) para recibir donaciones del programa de puntos de la entidad. “Llamando al 0810-666-1515, de lunes a viernes de 8 a 20, pueden ayudar a mujeres y niños víctimas de violencia de género sin donar dinero: alcanza con solicitar el débito automático de los puntos acumulados en tarjetas de crédito o débito del Banco Nación”, señaló.