Dominga Torres, la empleada doméstica que trabajaba en el departamento en el que vivía Ángeles Rawson, aseguró hoy que "en ningún momento" vio "mal" a la chica de 16 años "ni pelearse ni discutir con nadie".
En declaraciones a TN, la mujer ratificó que la adolescente no llegó a su vivienda, en Ravignani 2360, tras su clase de gimnasia, el día en que desapareció.
Ángeles "no llegó", dijo Torres entre lágrimas, al hablar con la prensa en su casa, ubicada en la localidad bonaerense de González Catán, al tiempo que destacó que el padrastro de la víctima, Sergio Opatowski, es una "muy buena persona", igual que la madre, María Elena Aduriz. Para Torres, la chica era "un amor de criatura" y confirmó que no escuchó ese día ningún ruido que le haya llamado la atención, en alusión a las versiones en torno a una supuesta discusión familiar en la mañana del 10 de junio.
La mujer relató que el día en que desapareció la adolescente fue "un día normal". Cuando llegó a la casa de la familia Rawson, a las 9.45, "no estaba nadie, excepto Axel (hijo del padrastro de Ángeles)", que dormía en su habitación, añadió Torres. Según la empleada doméstica, ese día ella se fue de la vivienda a la 12.45 y no la vio a la joven.
"En ningún momento la vi mal, ni pelearse ni discutir con nadie", resaltó la mujer.
El encargado. Luego, aseveró que sólo conocía al portero Jorge Mangeri, único imputado y detenido por el homicidio, "de paso" cuando lo veía en "la entrada" del edificio, cuando ella llegaba para trabajar en el departamento de la familia Rawson.