Sergio Massa regresa este miércoles 4 de diciembre por la puerta grande a la Cámara de Diputados tras dos años de ausencia. El tigrense va a ser el presidente del cuerpo, en reemplazo de Emilio Monzó con la misión de superar las diferencias entre los espacios que integran el Frente de Todos y conseguir las mayorías que necesitarán los proyectos del Gobierno de Alberto Fernández.
Cristina Fernández de Kirchner quedó para varios analistas políticos como la gran estratega al postularse como vicepresidenta de la fórmula encabezada por Alberto. Pero el líder del Frente Renovador fue otros de lo que supo labrar acuerdos y posicionarse bien dentro del tablero, con un aporte fundamental para que el peronismo le gane a Mauricio Macri en primera vuelta.
El exintendente de Tigre sufrió una derrota importante en las elecciones legislativas del año 2017. En ese entonces, se postuló como candidato a senador del espacio 1País, secundado por Margarita Stolbizer. En esos comicios, Massa quedó tercero lejos detrás de Esteban Bullrich y la propia CFK. Sin lugar en el Senado y con su mandato de diputado nacional vencido, su actividad legislativa se limitó a los apoyos que necesitaba la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal en el parlamento provincial, donde el Frente Renovador mantiene varias bancas.
Archivo: Massa detrás de Cristina: será candidato a senador por 1País
Durante los cuatro años de gestión de Cambiemos, Massa intentó mostrarse como la tercera vía fuera de la grieta que buscaron remarcar el macrismo y el kirchnerismo. Tras perder las elecciones de 2015, propuso un apoyo crítico al Gobierno de Mauricio Macri, a quien acompañó a Davos, y respaldó sus proyectos en el Congreso. La luna de miel duró hasta diciembre de 2016, cuando el Frente Renovador logró aprobar en Diputados un sorpresivo proyecto de reforma al Impuesto a las Ganancias, que el oficialismo luego pudo atenuar en el Senado. Ahí nació el apodo de "ventajita" del jefe de Estado al tigrense.
El líder del Frente Renovador arrancó el año 2019 con la intención de ser candidato a presidente para "competir por el cariño de la gente" y encabezar un espacio "para derrotar a Macri". Así fue como empezó a dialogar con otros peronistas no kirchneristas, como el senador Miguel Ángel Pichetto, el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey y el cordobés Juan Schiaretti.
De esas conversaciones surgió finalmente el espacio Alternativa Federal, al que luego se sumó el economista Roberto Lavagna. El conflicto en esa alianza fue si se iba a unas primarias, tal y como querían la mayoría de sus integrantes, o se presentaba un candidato único para mostrar fortaleza, como pretendía el ex ministro de Economía.
En junio, en medio de esas desavenencias, Pichetto se abrió y forjó su alianza con el presidente Mauricio Macri, para postularse como vice de Juntos por el Cambio. En simultáneo, Massa tejió su propio camino: pactó con la fórmula del Frente de Todos y así selló su regreso al kirchnerismo, un espacio que había abandonado en 2013 con fuertes críticas y cuestionamientos.
Los argumentos para justificar su retorno al lado de Cristina se basaron en que un pacto con la entonces senadora era la única forma de forzar la salida de Macri de la Casa Rosada. Incluso durante la campaña se diferenció varias veces de la expresidenta y de las posturas del kirchnerismo en cuestiones polémicas, como la situación de Venezuela.
El decálogo de Sergio Massa para votar a Alberto Fernández escondió a Cristina Kirchner
Después de negociaciones, Massa compitió como primer candidato a diputado del kirchnerismo y se convirtió en uno de los principales aliados de Alberto Fernández. De hecho, además de la reunificación del peronismo, fue el aporte del tigrense en Buenos Aires el factor clave en la contundencia del triunfo del candidato del Frente de Todos en las PASO, que luego se repetiría el 27 de octubre. Ahora vuelve al Congreso por la puerta grande: este miércoles 4 de diciembre jura como diputado y se formalizará su cargo como presidente de la Cámara baja a partir del 10 de diciembre.
B.D.N./F.F.
