“Nunca dejé de quererla”, se sinceró la líder la Coalición Cívica, Elisa Carrió, cuando en un reportaje radial se le preguntó por la buena relación que tenía con la presidenta Cristina Fernández antes de convertirse en una de sus más fervientes opositoras.
“Es una chica profundamente insegura, que todo el día tiene que demostrar que sabe, que está maquillada, y uno no tiene que demostrar nada; uno cuando es y está seguro de lo que es, anda por el mundo en batón o en traje”, señaló Carrió en diálogo con el programa Nombre de pila, que se emite por Radio Mitre. Y agregó: “No tengo un problema personal ni con ella, ni con Néstor (Kirchner), ni nadie... pero bueno, si roban, roban; si defraudan, defraudan; si mienten, mienten”.
A Kirchner, en tanto, lo definió como “ un hombre solo, débil y perverso, que le ha hecho mucho daño a la Nación y que se ha hecho mucho daño a sí mismo”, pero especificó que “la Nación se va a liberar de él, pero él no se va a liberar de él mismo”.
Pero sus irónicos dardos no concluyeron ahí, y también se refirió al jefe de Gabinete Aníbal Fernández, a quien calificó de un “ mafioso del conurbano bonaerense”, aunque aseguró que “lo ama” cuando la trata de “pirucha” o cuando dice que ella tiene “los patitos desalineados”. “ A mi esos agravios me encantan, casi lo amo al mafioso (por los agravios), son agravios copantes”, señaló.
La comida, el “boludeo” y el amor. La líder de la CC nunca dejó de decir que le gusta comer, y ésta no fue la excepción: “A mi me encanta la comida, y no pienso morirme como un conejo comiendo zanahoria”. Y agregó: “Prefiero comerme un bife de chorizo que tener una apariencia más delgada”. Sin embargo, aseguró que morirá recién a los 105 años, porque quiere “llegar a ver el cambio del mundo”, y que por esa razón está haciendo yoga.
“ Yo amo en la vida boludear”, confesó, entre risas durante el reportaje. “Me encantan los bares, a la mañana me levanto temprano, voy a misa, voy a ver al payador, al payaso... Amo en la vida boludear”. Al tiempo que asegura que sus hormonas “ya están pacíficas”, y que por lo tanto no tiene ganas de hablar de amor. “Estoy llegando a la tercera edad maravillosamente, he tenido todo lo que he querido tener; he amado y he sido amada a la edad correspondiente, desde los 14 hasta los 30, los 40”, señaló cuando le preguntaron si no piensa en enamorarse. “No cerré la persiana, pero no tengo ganas de hablar de eso, las hormonas ya están pacíficas”.