Como un amuleto de cábala, la gobernadora María Eugenia Vidal analiza cerrar su campaña en Lanús y, a la vez, planea volver a hacer campaña con Elisa Carrió antes de las primarias.
Vidal, junto al G5 (el pool de candidatos que encabeza Esteban Bullrich), le adelantó a su equipo que quiere cerrar en la tierra donde gobierna su amigo e intendente Néstor Grindetti, y donde finalizó en 2015. Una cábala proselitista. Su agenda terminará de definirse junto a la de Mauricio Macri.
Por lo pronto, la gobernadora estará mañana en un nuevo acto con el formato de 360 grados con jóvenes en Pilar, municipio gobernado por el macrista Nicolás Ducoté. El acto iba a realizarse ayer pero Vidal prefirió acompañar al presidente a La Rural.
La gobernadora se prepara para recorrer el interior bonaerense: la cuarta sección electoral está en la agenda. Uno de los destinos será Junín, el “lugar en el mundo” de Bullrich y donde vive la familia de su mujer, María Eugenia Sequeiros. El sábado que viene está planeado que concurra a Bahía Blanca, otro municipio macrista, y la acompañaría Lilita Carrió. Reconciliadas, volvieron a hablar de manera privada gracias a la intermediación del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, tras largos meses sin comunicación.
Las recorridas de Vidal estarán intercaladas por una fuerte presencia en medios de comunicación: programas de TV, radios y diarios.
El jueves pasado la gobernadora iba a despedir a los ministros Zulma Ortiz (Salud) y Alejandro Finocchiaro (Educación). La cena se suspendió a último momento y llenó de suspicacias al gabinete.