A Héctor Daer le tocó, otra vez, ser el vocero de los sectores que se oponen a la estrategia de Hugo Moyano, encaminado en un rumbo de colisión directa con el oficialismo. Evitó responder a las agresiones que recibió en la semana –su colega en el triunvirato, Carlos Acuña, lo acusó de “carnero”– y defendió ante la prensa la posición de los sectores dialoguistas.
Con estilo propio, el triunviro continúa en la conducción de la CGT con el influyente rol del gremio de Sanidad que dirige Carlos West Ocampo, su mentor político y gremial. Juntos, convocaron este miércoles a representantes de 14 sindicatos que integran la dirección de la central y desafió a llamar a un Congreso para elegir una nueva conducción de la CGT.
Además de los “gordos” e “independientes” que concurrieron a la cumbre realizada en Sanidad, hay otros sectores que hoy están mucho más cerca de Daer y West Ocampo que de los Moyano. Los gremios que integran las 62 Organizaciones, plenamente integradas con el oficialismo, son interlocutores frecuentes. También algunos miembros que forman el Movimiento Acción Sindical Argentino (MASA), aunque en este sector también hay otro dirigente con aspiraciones, Sergio Sasia.
Daer y West Ocampo son críticos del oficialismo gobernante, pero creen que la mejor estrategia pasa por evitar los choques que el moyanismo fomenta. “Tenemos que tener una estrategia o nos llevan puestos”, suele decir Daer en las reuniones de la central. Sus detractores, los acusan de jugar a favor del oficialismo; ellos, en privado, sostienen que toda acción de protesta debe estar acompañada de una estrategia y creen que hoy el moyanismo no la tiene.
Héctor Daer llegó al triunvirato de la CGT como representante de la extinta CGT Alsina y hoy se perfila como la figura más relevante del sector que propone un diálogo con el Gobierno, en contraposición al choque que impulsa el moyanismo. Reeditó así un clásico, la pelea entre el líder de Camioneros y los representantes del gremio de Sanidad en la central. Hasta hace algunos años, este rol le correspondía a Carlos West Ocampo, secretario de la Federación de Sanidad. Otra referencia para Héctor es su hermano, Rodolfo, titular del gremio de la Alimentación, y aliado histórico de West Ocampo.
El gremio que integra Héctor Daer tiene una particularidad. Mientras en el caso de otros sindicatos han delegado por años la representación en la CGT en una sola persona, Sanidad supo rotar y eso explica el rol preponderante que hoy tiene Daer. Antes el rol correspondía al propio West Ocampo y, luego, a Susana Rueda, quien también supo conformar un triunvirato. Los tres ocuparon el cargo de secretario de prensa de la central, pero en su caso hoy Daer aparece como un aspirante a la dirección unipersonal de la CGT con una fuerza que nunca llegó a acompañar a sus antecesores.
La carrera gremial y política de Héctor Daer comenzó con la transición a la democracia. Tras recibirse en 1979, comenzó a militar en el peronismo y formó parte de la juventud de la Multipartidaria. Su padre militó en el PC y su hermano Rodolfo supo ser parte de la Fede, pero a él no se le conoce otra militancia que no sea la peronista. En 1985 accedió a su primer cargo gremial, como delegado general en los Laboratorios Bernabó. Ese mismo año, West Ocampo ganaba la conducción nacional de Sanidad, cargo que ostenta hasta la actualidad.
Con la CGT de Antonio Caló Daer llegó a la conducción de la central, como secretario de Prensa. Desde ese momento, fue ganando protagonismo y comenzó aparecer como la imagen pública de Sanidad. Hoy, aparece como el candidato con más apoyos para una posible conducción unificada. Por ahora, su estrategia pasa por diferenciarse de las iniciativas del moyanismo y esperar que pase el 21F antes de seguir moviendo fichas en la interna de la CGT.
Un pasado de alianzas con Duhalde, Massa y Randazzo
Carlos West Ocampo y Héctor Daer llevan adelante, en paralelo a su acción en la CGT, una acción política en el peronismo. Su estrategia desde los 90 ha pasado por el alineamiento con algunas de las corrientes justicialistas. A pesar de que sus detractores los identifican con la adhesión al oficialismo de turno, muchas veces jugaron en favor de nuevos liderazgos.
En 1996, West Ocampo fue uno de los primeros referentes gremiales que comenzaron a trabajar por la candidatura de Eduardo Duhalde, cuando todavía Carlos Menem era el presidente y tenía una tirante relación con él. También supieron sumar su adhesión al Frente Renovador cuando Sergio Ma-ssa pasó a la vereda de enfrente del kirchnerismo en 2013.
En la última elección, Daer militó en la candidatura de Florencio Randazzo, pero en esta oportunidad no integró las listas. Tras la última elección, el referente de Sanidad mantiene contactos con gobernadores y legisladores del peronismo aunque aún no se alineó con ninguna de las candidaturas que despuntan hacia el 2019.