La repetición de casos de lipotimia de Cristina Fernández de Kirchner comienza a preocupar a sus colaboradores, creen que la Presidenta podría presentar un caso de estrés. Suena lógico teniendo en cuenta la cantidad de horas de trabajo, la presión, y la pasión con la que encara cada cosa.
El viernes, luego de dos días de reposo, la mandataria volvió a mostrarse en un acto público en la Casa de Gobierno con el fin de rendir homenaje por los 179 años del alzamiento de Antonio "El Gaucho" Rivero en las Islas Malvinas. Pero hay una segunda lectura, y la hacen en el propio entorno presidencial, que es corta y sencilla: "Hay que mostrar una Cristina fuerte".
"Los adelantados", ese grupo de la custodia presidencial que llega a todos lados, antes de que lo haga la comitiva oficial para vigilar que esté todo en orden, se enteraron en Santa Cruz que Cristina no iba a participar el viernes en un acto en la localidad de Piedrabuena, a unos 240 kilómetros de Río Gallegos. Hasta allí iba a llegar para un acto por la fundación de esa ciudad y donde tenía pensado hablar sobre la política energética y la construcción de dos represas en el área.
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