El Gobierno volvió a defender hoy la intervención de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), al advertir que "su objetivo principal era financiar la militancia política". El ministro de Interior, Rogelio Frigerio, explicó que la decisión de intervenir ese organismo tiene como fin que "el Estado funcione y las instituciones hagan lo que tengan que hacer".
La AFSCA "no estaba cumpliendo con la Ley (de Servicios de Comunicación Audiovisual) ni su titular con los deberes de funcionario público", sentenció Frigerio, a la vez que destacó que la intención del Ejecutivo es que esa norma, "con algunas correcciones que habría que hacer, funcione y eso no estaba ocurriendo".
El funcionario justificó la medida dispuesta por decreto por la Casa Rosada al advertir que el organismo "se convirtió en un centro de militantes en el que se multiplicaba todo el tiempo la cantidad de empleados sin una función fija, con el objetivo principal que era financiar la militancia política y eso no es lo que la gente está esperando de nosotros".
El jueves último, en vísperas de Nochebuena, el juez Julián Ercolini dispuso el desalojo y allanamiento de la sede de la AFSCA, en el marco de la denuncia penal que realizó el Gobierno contra Sabbatella por supuesto "incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de poder", según informó la agencia DyN.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, sumó su voz en esta controversia y aunque dijo que el tema está en la órbita de la cartera de Comunicaciones, a cargo de Oscar Aguad, evaluó que se "deben tener sobrados motivos para tomar esa decisión".
Por su parte, el extitular de AFSCA, Martín Sabbatella, calificó de "locura e ilegal" la intervención: "Tengo que reconocer que no tengo mucha expectativa en lo que haga el Poder Judicial porque hay una gran parte de ese Poder Judicial que está colonizado por los intereses corporativos, o porque le teme a las prácticas extorsivas de estos grupos hegemónicos (mediáticos), o porque (los jueces) tienen algo para esconder y tienen miedo de que se lo pongan en la tapa de los diarios", señaló.