Mientras un afiche promovido por el grupo de inversores The Latino Coalition mostraba al presidente Néstor Kirchner abrazado al venezolano Hugo Chávez, y reclamaba “los U$S20.000 millones de deuda que la Argentina mantiene en default” perturbando a la comitiva argentina, la relación bilateral de los mandatarios durante el viaje a Nueva York era más que distante.
Tanto Kirchner como Chávez, ofrecieron críticos discursos durante la Asamblea General de las Naciones Unidas pero la verborragia del venezolano cautivó al público asistente y opacó la presentación del mandatario argentino.
El protagonismo de Chávez “incomodó a Kirchner como pocas veces”, según informa el diario La Nación que asegura que por eso evitó todo lo posible "quedar pegado" a su por entonces aliado.
" Ayer estuvo el diablo aquí. En este lugar aún huele a azufre", había dicho el presidente Chávez mientras se persignaba y miraba al cielo horas antes del discurso de Kirchner.
De nada sirvieron los enojos del mandatario argentino contra el Fondo Monetario Internacional (FMI) quien, sostuvo que las políticas del organismo “obstaculizan el desarrollo de los países”, para lograr la atención que había tenido Chávez.
"El Fondo Monetario nos ha negado cualquier ayuda y la hemos obtenido desoyendo, cuando no, contradiciendo sus recomendaciones", dijo Kirchner sin lograr correr ni un poco a Chávez de su mote de “showman” frente a los presentes que tomaron sin discurso más en broma que en serio.
"Por todos los lados ven extremistas, los imperialistas. No somos extremistas, lo que pasa es que el mundo está despertando. Nos llaman extremistas porque insurgimos contra el imperialismo", había dicho Chávez, y agregó: “Si los pueblos de Afganistán, Irak o el Líbano pudiesen le dirían a Bush "¡Imperio yankee, go home! Eso es lo que le dirían los pueblos del mundo".
Kirchner había estado durante la mañana dando inicio a las operaciones bursátiles en Wall Street y, a pesar de que no duda de continuar su estratégica alianza con Chávez y de apoyarlo para que su país consiga un lugar en el Consejo de la ONU, busco desmarcarse del venezolano y no desviarse de su objetivo: mostrarse confiable y promover nuevas inversiones.