POLITICA
medida de fuerza tras el mundial

Entre achuras y tinto, gremios del transporte ya piensan otro paro

Quieren que les aseguren un mínimo de 35% de aumento en la paritaria y buscan bajar el mínimo no imponible en Ganancias.

El paro que fogoneaba Moyano deberá esperar. Fernández y Maturano decidieron "abrir el diálogo" con Gobierno y oposición.
| Cedoc

El quincho, con un considerable asador, ubicado en el quinto piso del gremio de maquinistas de ferrocarriles, La Fraternidad, fue el escenario. Entre achuras y buen vino, comenzó a cocinarse lo que será una nueva ofensiva gremial que promete volver a paralizar el transporte del país después del Mundial.

Hace apenas diez días se sentaron a charlar como tres “compañeros” más el camionero Hugo Moyano, Roberto “el Gallego” Fernández (del gremio de choferes, UTA) y el anfitrión, Omar Maturano.

En pocos minutos se pusieron de acuerdo en que, si el Gobierno no aumenta el impuesto a las ganancias en las próximas semanas, volverán a convocar a un paro total de actividades para mediados de julio.

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Moyano, quien no ocultó en la cena sus deseos de ser presidente de Independiente, les propuso reiterar la medida de fuerza con características similares a la del 10 de abril: piquetes organizados por la CTA disidente y movimientos sociales, paro total de actividades durante 24 horas y un fuerte reclamo que abarque no sólo Ganancias sino aumento en las jubilaciones, las deudas en las obras sociales, y temas generales como inseguridad e inflación.

El Gallego y Maturano estuvieron de acuerdo, aunque el primero dejó las puertas abiertas para repensar una medida si es que el Gobierno logra avalar el 35% de aumento salarial, aunque sea de forma no remunerativa.

Nada indica que eso ocurra, a pesar de las intervenciones periódicas del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y de la viceministra de Trabajo, Noemí Rial.

Ambos funcionarios intentaron el jueves pasado convencer a Maturano de que había que aceptar una cifra inferior al 30% para no generar más ruido en los sindicatos afines al kirchnerismo. El gremialista ya adelantó que no lo hará.

Como sea, tanto el líder de la UTA como el de La Fraternidad no forman parte de la CGT de Moyano.

Su alianza con el camionero, cuentan fuentes de ambos gremios, es “coyuntural” pero también responde, en parte, a una estrategia de Antonio Caló, titular de la CGT kirchnerista, para no exponerse. Esto es: Caló nunca les pide que frenen una medida de fuerza, a pesar de las presiones del Gobierno en ese sentido, sino que apela al “dejar hacer”.

Los gremios vinculados al transporte comenzaron a pasar a la ofensiva cuando el ministro de Planificación, Julio De Vido, le dejó el área a Florencio Randazzo.

A partir de allí la relación se quebró y, por caso, Maturano mantiene un enfrentamiento abierto personal con el funcionario oriundo de Chivilcoy.

No se hablan y se mandan mensajes a través de terceros echándose culpas.

Para ambos la disputa por 2015 parece ser el manto que cubre la pelea.