“El debate en el Frente de Todos por los lugares se va a dar, caso contrario las discusiones las vamos a abrir nosotros”, sostuvo, desafiante y enérgico, uno de los grandes caudillos que tiene la CGT cuando terminó el acto de la central obrera por el 17 de octubre el último lunes. Unas palabras que desnudaron de manera cabal la intención de la principal central obrera, que ya se reunió con el Movimiento Evita y planifica encuentros con gobernadores para ganar terreno en la disputa puertas adentro que posee la coalición oficial de cara a 2023.
El encuentro entre los dirigentes sindicales y sociales de la organización que conduce Emilio Pérsico, en la sede de UPCN el jueves por la tarde, constituyó el segundo paso del Movimiento Sindical Nacional Peronista, la organización con la que la CGT planea ingresar al FdT para discutir lugares en las boletas y que tuvo su debut en sociedad en Obras Sanitarias el pasado lunes. La reunión para las dos partes fue positiva y sirvió para generar sintonía sobre la coyuntura socio económica, además de propuestas estratégicas para Alberto Fernández y Sergio Massa. Puntos con el objetivo de llegar al año que viene sin sobresaltos.
Pero habrá más actividad para este flamante colectivo político sindical: como señalan desde el entorno de uno de los máximos representantes de la CGT, se está diagramando un cara a cara con Juan Schiaretti, mandatario de Córdoba, que se concretará en los próximos días. Y hay chances de que se produzcan otros encuentros con gobernadores antes de que finalice el año.
La creación del Movimiento Sindical Nacional generó más internas
Con la mente en 2023, el gremialismo que clama por espacios ve a las primarias abiertas y obligatorias como la herramienta necesaria para zanjar cualquier tipo de divergencia que pueda existir sobre postulaciones. Ya lo expresó ante este medio Andrés Rodríguez, la cara visible de UPCN: “Tengamos en cuenta una cosa: las PASO están vigentes, son una realidad. Por eso, hay que justificar muy bien si se quieren eliminar. No tendrían por qué eliminarse si hasta fueron impulsadas por los propios sectores del oficialismo”.
Y aclaró, marcando distancia con el kirchnerismo, que la discusión será dominada por el peronismo, que desde su visión constituye “lo más importante del Frente de Todos y se expresa a través de gobernadores, intendentes, movimientos sociales y del movimiento obrero”.
En cuanto los nombres que podrían entrar a la batalla electoral, figuran desde Maia Volcovinsky, la secretaria adjunta de la Unión de Empleados Judiciales, que ya fue candidata a diputada nacional en 2019 por la boleta de Consenso Federal, hasta Sebastián Maturano, el líder de la Juventud Sindical cegetista y referente de La Fraternidad, aunque aclaran de su lado que no planea pegar el salto a la política. También, un dirigente aporta que el gremialismo contiene “muchísimos cuadros que tranquilamente” están en condiciones de ocupar una banca, como Pablo Flores, que encabeza la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP), Cristian Jerónimo, Secretario General Sindicato de los Empleados de la Industria del Vidrio, José Luis López, de la Juventud de la UOCRA, y Damián Comas, el secretario general de la seccional Camioneros del Partido de La Costa, entre otros.
De todos modos, hay voces sindicales que ya advierten que esta aventura en la que se embarcó un sector de la central, compuesto por los llamados gordos, independientes y con los dirigentes que responden a Luis Barrionuevo, puede fracasar por dos motivos de peso. Uno, porque la CGT está dividida, con un Pablo Moyano que mantiene su propia agenda, sin contacto con sus pares, Héctor Daer y Carlos Acuña, y un puñado de gremios que se identifican con el kirchnerismo que no cree que sea un momento oportuno hablar de puestos en las boletas ante una situación económica sumamente crítica y la inflación carcomiendo las negociaciones paritarias.
Otro de los argumentos está relacionado a la falta de proyecto político y programa detrás de este Movimiento Sindical. Ante este escenario, Sergio Sasia, la cabeza de la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte, una agrupación en donde pisa fuerte la familia Moyano, comprende que el gremialismo “tiene que dejar de ser un factor de presión para ser un factor de poder”. “Pero antes tenemos que reconocer que la unidad de la que tanto hablamos no fue materializada, no hay unidad real. Hay que realizar una autocrítica, mirar para adentro, dejar de lado las diferencias, buscar en qué coincidimos y no empezar a discutir por cargos”, reflexionó.
Paritaria por arriba del 90%
El sindicato AEFIP que representa a los empleados de AFIP, que lidera Pablo Flores, se sumó a los gremios que cierran paritarias por encima del 90%: acordó un 10% de incremento a partir del 1° de noviembre y así estableció para sus trabajadores un aumento salarial para 2021-2022 en 93,43%.
Por otra parte, se estableció un aumento del 35% en el valor de los viáticos vigentes llevando los mismos a: viático base general $11.180, viático zona Patagónica $12.640 y zona Fronteriza $17.540.
Asimismo, con el titular de la AFIP, Carlos Castagneto, el sindicato firmó un alza del porcentaje de apropiación de la Cuenta de Jerarquización, que había sido ajustada y reducida durante el gobierno macrista: “En un hecho de gran significancia y en virtud del presente acuerdo, el Administrador Federal establece la nueva alícuota al 0,67% a partir del 1° de diciembre de 2022”, indicaron desde AEFIP.