La consultora Pulso Research difundió una encuesta que analiza el escenario político argentino en la etapa postelectoral. El informe ofrece una radiografía del votante libertario y traza un mapa del humor social después de las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre.
Según el estudio, el electorado de La Libertad Avanza (LLA) está compuesto por un 28,6% de varones y un 23,1% de mujeres. En términos etarios, el segmento de 16 a 24 años representa el 27,8%; el de 25 a 29 años, el 16,4%; el grupo de 30 a 49 años concentra el 23,5%; y los mayores de 50 años llegan al 30,2%.
Por nivel socioeconómico, el 43,1% de los votantes se ubica en el sector alto, el 27,3% en el medio y el 22,9% en el bajo.
El informe también detalla la evolución del voto libertario en la Ciudad de Buenos Aires. En las legislativas de 2021, el PRO obtuvo el 46,9%, mientras que LLA alcanzó el 16,4%. En las presidenciales de 2023, el PRO volvió a liderar con el 41,2% y LLA llegó al 19,8%. El salto más significativo para el oficialismo ocurrió en las legislativas nacionales de octubre de 2025: LLA trepó al 30,2% y el PRO cayó al 15,9%.
De acuerdo con Pulso Research, el oficialismo logró concentrar una parte sustantiva de la expectativa social. En un contexto dominado por la desconfianza, no surgió una oferta política alternativa que canalizara el malestar de manera dominante. El pesimismo, sostiene el documento, quedó disperso entre distintos espacios.
Los datos muestran que LLA captura el 74,5% de quienes declaran sentir “esperanza”, mientras que el peronismo —representado por Fuerza Patria (FP)— reúne el 52,7% del sentimiento negativo. La incertidumbre se divide principalmente entre un 28% de FP y un 19,6% de LLA.
El estudio señala que el oficialismo consiguió renovar su base de apoyo, revalidar el mandato electoral de 2023 y recuperar centralidad política. La victoria reciente reafirmó la idea de una fuerza emergente que llegó para disputar y desplazar a la dirigencia tradicional. Esa expectativa se tradujo en un voto de confianza que le otorga al gobierno margen de acción y capital político.
La encuesta también indaga sobre la percepción respecto de la capacidad del presidente Javier Milei para resolver los problemas económicos. El 51,5% considera que “no sabe cómo hacerlo”, el 28,4% cree que “sabe pero necesita tiempo” y el 12,6% sostiene que “ya está resolviéndolos”.
El informe remarca que el hartazgo con la política tradicional permanece activo y tuvo mayor peso que el enojo directo con el gobierno. En ese marco, predominó “el menos rechazado”: aquello que se percibe como nuevo, transgresor o distinto mantuvo la indulgencia de un sector amplio del electorado.
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Ante la pregunta sobre con qué espacio político se sienten más identificados, el 20,2% mencionó a LLA; el 18,3% al peronismo; el 9,7% al kirchnerismo; el 5,9% al PRO; el 4,3% al radicalismo y el 3,7% al Frente de Izquierda. Sin embargo, la opción con mayor adhesión fue “Ninguno de los anteriores”, con el 37,8%.
Respecto a la imagen de los principales dirigentes, Milei lidera con un 47,3% de positiva y un 48,3% de negativa. Patricia Bullrich alcanza una positiva del 41,5% y una negativa del 51,9%. Cristina Kirchner conserva un 40% de positiva y un 55,1% de negativa, igual que Axel Kicillof. Mauricio Macri, en tanto, tiene un 32,8% de imagen favorable y un 60,4% de desfavorable.
La agenda de reformas también fue medida. El 53,1% considera prioritaria una reforma laboral, el 52,8% apoya una reforma penal y el 34,1% una reforma tributaria.
No obstante, el 52,9% cree que el gobierno todavía “no cuenta con las herramientas necesarias” para llevar adelante estas transformaciones, mientras que el 27,9% sostiene que sí dispone de ellas.
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