Sin vacunación masiva hasta mediados de 2021 según la OMS, las empresas que llevan como sello la innovación ya trabajan con “la nueva normalidad” en mente y se imaginan cómo será la vuelta al trabajo, que demanda equilibrios entre el trabajo presencial y remoto y la vida personal y la laboral.
A la espera de la letra chica sobre la ley del teletrabajo local, las horas de conexión, el rendimiento, los límites difusos y el impacto físico y mental fueron algunos de los ejes que analizaron a nivel global directivos de Google, LinkedIn, Facebook y Mercado Libre.
“Hay un riesgo de que este aumento de la productividad que estamos viendo hoy se pague más adelante, desde la salud mental”, remarcó David White, VP de Analytics y Compensaciones de Linkedin. “Teníamos un ritmo de trabajo y uno de ocio y lo perdimos. Todavía lo estamos buscando”, reconoció en la conferencia virtual #Reconectados.
“Estamos luchando para tratar de separar las horas de trabajo de la vida personal. Una clave es tener gente que tenga los mismos valores: respeto, colaboración”, sostuvo desde las oficinas de Google en Brasil Carol Azevedo, directora de Recursos Humanos para América Latina.
Sebastián Fernández Silva, Chief People Officer de Mercado Libre, explicó que hubo medidas de cuidado para el personal. Hicieron un sondeo para medir el impacto de los cambios que generó la pandemia entre los empleados, para detectar casos de ansiedad o depresión.
“El contexto Covid-19 aceleró la transformación digital entre cinco y siete años. La crisis trajo una oportunidad para el cambio y para aprender debilidades y fortalezas. Tenemos que pensar en el bienestar de nuestros colaboradores de una manera holística: social, física y financiera. Elegimos lo colaborativo para generar pertenencia”, remarcó desde Facebook, Sameer Chowdhri, Global Head HR Solutions, quien anticipó que una parte de su staff “no vuelve a la oficina nunca más”.
En ese marco, Fernández Silva adelantó que el esquema de trabajo en Mercado Libre será 50% presencial y 50% remoto, con equipos que irán rotando: una semana en las oficinas y dos desde casa. El teletrabajo generó “mayor autonomía y un uso responsable de la modalidad de trabajo más conveniente. Ambas modalidades son complementarias. Lo presencial es útil para brainstorming, diseño, innovación, para transmitir cultura, y el trabajo remoto es más efectivo para otras actividades como el análisis de datos o las investigaciones. “Definimos que vamos a tener un marco de trabajo flexible”, agregó y destacó que el esquema remoto sirvió para “democratizar las voces y acercar más la comunicación”.
“Todavía no somos del todo conscientes de lo que nos estamos perdiendo hoy por no tener la espontaneidad típica de la interacción en la oficina, que muchas veces crea el jugo creativo del trabajo. Como alternativa, hoy tenemos encuentros programados y más cortos entre compañeros, y aspiramos a encontrar una solución escalable que replique las ventajas de la espontaneidad”, completó White.
Pro y contras. Un estudio de Adecco también buscó definir las ventajas y desventajas del teletrabajo, con el ahorro de tiempo de viaje a la cabeza, aunque también la flexibilidad que entre los puntos positivos, hace que seis de cada diez trabajadores se sientan con mayor independencia y libertad, lo que “promueve una mayor creatividad y productividad”.
Sin código de vestimenta, menos costos de movilidad y comidas, se minimizan algunos gastos. El 46% de los argentinos le dedicaba –antes de la pandemia– hasta el 10% del sueldo a la vestimenta laboral.
Otra de las ventajas son las menores bajas por enfermedad por los contagios en las oficinas y transporte. En cuanto a salud, el 75% de los encuestados aseguró que come más sano bajo el aislamiento porque puede tener más control sobre lo que cocina, aunque hay un 38% que no realiza actividad física ahora.
Del otro lado, en cambio, cuesta desconectarse de la jornada laboral y hay que combatir preconceptos, como la idea de que “el teletrabajador no trabaja”. Hoy el 42% de los trabajadores argentinos dice dedicarle más horas al trabajo desde su casa que en la oficina.
En casa hay más riesgos de distracciones y es más difícil separar la vida personal de la laboral. Una falla es la falta de organización durante el trabajo remoto. Las consultas llevan más tiempo. Y también puede convertirse en un confinamiento solitario cuando la persona no tiene a nadie con quien hablar para aliviar la carga de trabajo.
