POLITICA
el armado nacional

Larreta navega la campaña evitando pelear con la UCR, pero suma bronca con Bullrich

Se puso al frente de la elección en Mendoza sin complicar a Cornejo y mañana tomará la decisión de salvar a Lousteau de un escollo electoral en la elección porteña. Aunque hay ruido con Gerardo Morales por el cierre de listas en cuatro provincias, prefiere mantener el buen vínculo. El áspero diagnóstico de su equipo contra la presidenta del PRO y la nueva estrategia discursiva del jefe de Gobierno. La intención es encontrar una solución que no genere daño a JxC.

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Agenda completa. El jefe de Gobierno en dos actividades durante la última semana. | GCBA

Mañana cuando haya regresado de una visita relámpago a una de sus hijas, que se encuentra en España, Horacio Rodríguez Larreta tiene en su mente equilibrar la balanza entre Martín Lousteau y Jorge Macri con un intento de decisión salomónica vinculada a la fecha y la forma de los comicios porteños, que no afectará los deseos del senador radical.

Paralelamente, en estas semanas se enfrió la relación con el titular del radicalismo Gerardo Morales, quien también está en campaña presidencial, por fuertes diferencias en los cierres de, al menos, cuatro provincias.

Aunque intentará disimularlo con una buena relación personal y con un dato objetivo: la UCR está dividida y no hay un solo interlocutor.

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Todo cruzado por días de distancia total con Patricia Bullrich, a quien en el entorno larretista vienen acusando de apoyar solo a los precandidatos que juegan con ella, sean o no del PRO.

En el búnker larretista creen que recuperó la iniciativa y que está arriba en las PASO

Un caso que circuló esta semana: un video de la titular del PRO donde apoya al candidato a vicegobernador de La Rioja de JxC, Guillermo Galván, pero sin mención al candidato a gobernador, Felipe Álvarez, cercano a Larreta.

El escenario en el interior. La tensión se vio en otras provincias: en Chaco el bullrichista Juan Curuchet decidió judicializar la intervención del PRO a cargo de la diputada Laura Machado (de su mismo espacio) y la larretista Victoria Morales Gorleri.

En Tierra del Fuego el PRO terminó fuera de JxC. Bullrich intervino el partido. Pero el único candidato del PRO, Héctor “Tito” Stefani va por su lado, con apoyo de Larreta, mientras ella apoya la fórmula del radical Pablo Blanco y Federico Frigerio, del desarrollismo.

En Tucumán el jefe de Gobierno había logrado que Germán Alfaro quede como vice del radical Roberto Sánchez para la gobernación. Bullrich aún no se pronunció pero en pocos días estará allí con una agenda que armó Pablo Walter, exsenador por esa provincia.

Furia de Rodríguez Larreta y el PRO con De Marchi por dinamitar acuerdos

Todas estas peripecias políticas tiene una razón de ser para la exministra de Seguridad: teme que los candidatos que cierran acuerdos con el jefe de Gobierno no fiscalicen para ella, por eso elige en cada provincia de acuerdo a lealtades, sean o no del PRO. “Siempre juega a todo a nada”, la definen cerca de Larreta.

Los nexos entre ambos están casi cortados. No hay ni una sola charla sobre el futuro post PASO.

Uno de los pocos que habla con la exministra de Seguridad es el secretario general del PRO, Eduardo Macchiavelli, pero se trenzaron en varias discusiones sobre Salta y Tierra del Fuego.

Solo se pusieron de acuerdo con Mendoza, donde los dos precandidatos presidenciales decidieron exigirle al diputado Omar de Marchi que no rompa JxC allí y que, si quiere ser candidato, que compita contra Alfredo Cornejo en el frente Cambia Mendoza.

El lunes pasado el jefe comunal escuchó la negativa del diputado y así Bullrich y Macchiavelli firmaron la intervención del partido.

El otro Gran Hermano: el rol de los familiares de los precandidatos de Juntos por el Cambio

Mientras tanto, hay ruido con Morales. En Neuquén – donde la UCR puso su candidato y el PRO adhirió a la boleta de “Rolo” Figueroa–, en Tierra del Fuego, en Chubut (donde hubo internas cerradas en Trelew desoyendo la norma de la mesa nacional de JxC) y en Jujuy el larretismo se quedó mascullando bronca por falta de acuerdos o lugares paupérrimos en las boletas para el partido amarillo.

Con todo en estos días en el búnker larretista de la calle Olazábal en Belgrano evaluaron que recuperó la iniciativa, aseguran que sigue entre tres y cinco puntos arriba en las PASO y revelan que volverá a Córdoba la última semana de abril para recorrer el sur.

Incluso estará dos o tres veces más en esa provincia. Además, tiene previsto ir a Chaco y Catamarca. Sigue con tres veces por semana de viajes más el Conurbano.

Paralelamente empezará a ser más asertivo en sus definiciones con propuestas concretas como ocurrió en Rosario cuando lanzó seis medidas para luchar contra el narcotráfico.

Al límite. En el capítulo porteño Larreta tiene hasta el viernes para tomar la decisión de cuándo y cómo se votará. Una ley de 2019 lo obliga a unificar las elecciones nacionales con las porteñas –históricamente fueron desdobladas–, con lo cual la decisión de que la Ciudad vote sus autoridades el mismo día que elige presidente es un hecho.

La hipótesis que gana terreno es que haya dos urnas, tal como pedía el senador radical, una para la Capital Federal y otra para el comicio nacional.

“Es lo ideal”, lo resume uno de los funcionarios de mayor confianza del jefe comunal. Para ello tendrán que convencer a Jorge Macri de que podría servirle también: el ministro de Gobierno porteño ya se había expresado en contra.

En ese marco, la forma también será materia de debate: si se utiliza un solo cuarto oscuro o dos, lo mismo con la mesa de autoridades. Lo que estará seguramente son dos boletas diferentes.

Desde España Larreta dejó trascender que si no avanza en este sentido Lousteau, con la UCR detrás y sobre todo Daniel “el Tano” Angelici (el operador judicial que trabaja en la precandidatura del senador) podrían ir a la Justicia y reclamar que se haga cumplir la ley de boleta única o que se vote de forma electrónica, como en 2015 (con elecciones desdobladas).

“Queremos la mejor solución posible que perjudique lo menos posible al PRO, pero tampoco que se genere un daño a la coalición de JxC. Pero está claro que no podemos cagar a Martín”, explica sin filtros otro de los asesores larretistas.

¿Y si Lousteau, enojado, termina jugando por afuera? Eso podría provocar un ballottage con el candidato del PRO, como en 2015, y ahí sería a suerte o verdad.

Por el contrario, si fuera una sola boleta Lousteau podría pedir llevar a Larreta como candidato a presidente y el daño político de decirle que “no” detonaría la relación, razonan en Uspallata.

Con estos argumentos, sumado a que con dos boletas el “efecto Milei” no derramaría en la boleta porteña porque estaría en otra lista distinta (la nacional), el jefe de Gobierno comunicará su decisión en las próximas horas.