Josué Ezequiel Fuks es un hombre con extrema suerte. Todos sus socios en el negocio de la efedrina cayeron, tarde o temprano. Pero Fuks (44) tiene la bendición de los protegidos. Se lo busca como el cerebro detrás de la importación de más de 15 toneladas de efedrina que terminaron en manos del narcotráfico. Cuando las fuerzas de seguridad fueron a detenerlo en 2009, un vecino informó que era miembro de la colectividad judía y que había ido al templo. Jamás lo volvieron a ver.
Según pudo reconstruir PERFIL de fuentes judiciales, de fuerzas de seguridad y de la Sedronar –oficina anti-drogas–, Fuks habría estado viviendo en una camioneta tipo motorhome con su familia durante días, mientras lo buscaban. Dicen que lo sacaron por la frontera terrestre hacia Chile y luego voló hasta Israel, donde viviría desde entonces. Con ese país, no hay convenio de extradición. Un escape digno de un protegido. Cuando la Justicia pidió información sobre Fuks a la Secretaría de Inteligencia, le respondieron con silencio.
El fiscal Diego Luciani pidió su captura internacional en el marco del juicio oral en el que logró la condena de los socios de Fuks. El viernes 29, el Tribunal Oral Federal número 4 sentenció a Alfredo Abraham, Guillermo Manfredi y Alberto Salvador “Negro” López. ¿Por qué piden su captura recién ahora? Cuando el fiscal Luciani tomó la causa, se dio cuenta de que Fuks tenía un pedido de captura internacional pero el trámite estaba mal hecho y nunca quedó efectivo.
Nexos. En la causa de la jueza María Servini de Cubría sobre la Sedronar, consta una llamada en 2008 desde el conmutador de la Casa Rosada al teléfono de Guillermo Manfredi, socio de Abraham y Fuks, como reveló este diario. Además, la sede de Gobierno recibió tres llamadas de Abraham en 2007.
En otro expediente, el fiscal federal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, comprobó que Fuks tiene numerosos llamados por radio Nextel con dos personas clave en el triple crimen de General Rodríguez: el asesinado Sebastián Forza y el supuesto autor intelectual de su homicidio, Ibar Esteban Pérez Corradi. Como Fuks, Pérez Corradi tiene pedido de captura internacional.
Dos testigos del entorno de Forza declararon que Fuks y Abraham vendían la efedrina a Pérez Corradi. La hipótesis de Bidone es que este empresario habría enviado a matar a Forza y sus socios porque querían desplazarlo del negocio de la efedrina con los narcos mexicanos.
Pionero. Durante un tiempo se lo buscó como judío ortodoxo. Fuks es un hombre misterioso. En una de las droguerías en las que conseguía efedrina antes de poder importarla, aseguran haberlo visto vestido como ortodoxo. En la colectividad niegan que este hombre perteneciera a ese círculo. PERFIL muestra por primera vez la fotografía de su legajo policial. Fuks no lleva la típica vestimenta de los ortodoxos, pero sí es un hombre religioso. Así lo confirmó a este diario una amiga de su madre que lo llevaba al templo de pequeño y que estuvo en contacto con Fuks hasta que se profugó.
Antes de ingresar en el negocio de la efedrina, Fuks tenía varias empresas: Desarrollo de Canales, Set TV y Media Player, todas relacionadas con la publicidad. Así conoce a Alfredo Abraham, comienzan a utilizar testaferros para comprar y vender efedrina en el mercado negro hasta que se hacen de Farmacéuticos Argentinos (FASA), la droguería que les permite importar casi 10 mil kilos de efedrina.
Uno de los proveedores que habían utilizado antes de pegar el gran salto es Carlos Edelmiro González, proveedor del “rey de la efedrina”, Mario Segovia, entre otros condenados por narcotráfico. Un dato central en esta historia: el funcionario del PAMI Máximo Rito Zacarías –del entorno de los Kirchner– pidió en la Sedronar que habiliten a González para importar mil kilos de efedrina el 20 de mayo de 2008. Llegó incluso a presentar los formularios para el trámite con la firma de González. ¿Quién metió a González en el negocio? Según declaró el hombre en la Justicia, uno de sus incursores fue Fuks. Además, Fuks, según consta en la Justicia, habría tenido negocios con el PAMI.