Julio De Vido tuvo la primera noticia en los últimos meses de su recorrida por los tribunales federales. El exministro de Planificación logró que se modifique los jueces que lo juzgarán por su responsabilidad en la tragedia de Once, ocurrida el 22 de febrero de 2012, en la que murieron 52 personas y cientos resultaron heridas.
El actual diputado nacional por el Frente Para la Victoria había solicitado no ser juzgado por el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) por "temor de parcialidad", ya que los magistrados habían dado su opinión sobre el tema.
Los jueces -que ya condenaron en la misma causa a los exsecretarios de Transporte de la Nación Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi- accedieron hoy al planteo de recusación, según informaron fuentes judiciales a la agencia DyN. Fue el mismo tribunal el que había recoamado investigar las responsabilidades penales de De Vido en el siniestro ferroviario de la estación de Once, cabecera del Ferrocarril General Sarmiento.
El exfuncionario kirchnerista fue procesado por el juez Claudio Bonadio junto al jefe de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (Uniren), Gustavo Simeonoff. A principios de mes, el magistrado finalizó la etapa de instrucción y dispuso la elevación a juicio de la causa contra ambos por "administración fraudulenta en calidad de partícipes necesarios". Además, embargó a De Vido por 600 millones de pesos, en un dictamen que fue confirmado por la Cámara Federal.
La Cámara Federal de Casación Penal realizará mañana un sorteo entre los otros cinco tribunales orales de Comodoro Py para determinar a cuál le tocará llevar adelante el debate oral.
Las defensas de De Vido y Simeonoff habían recusado al tribunal integrado por los jueces Alberto Tassara, Jorge Luciano Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu, a los que atribuyó "pérdida de imparcialidad".
De Vido fue imputado por no haber controlado, mientras era ministro de Planificación y el área de transporte estaba bajo su dominio, el modo en que TBA explotaba la línea Sarmiento, y por haber permitido que los trenes continuaran funcionando pese a su deterioro y problemas de seguridad. En abril, al comparecer en declaración indagatoria, De Vido aseguró que no gestionaba ni controlaba el transporte ferroviario y atribuyó el accidente a un "error humano" del maquinista Marcos Córdoba.