La candidatura de la vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en las elecciones de octubre puede ser el nudo gordiano de los candidatos a presidente de 2011. Si acepta ser diputada nacional y derrota a Carrió –las encuestas la favorecen–, generaría un terremoto en la alianza de la Coalición Cívica con el radicalismo y le abriría el camino a Cobos. Pero Michetti quiere ser candidata a legisladora. Subordinación o valor.
Lea algunas de las declaraciones en la entrevista que mantuvo con el fundador del Diario PERFIL, Jorge Fotevecchia.
—¿De Narváez es tan peronista como Solá, o Solá es más peronista?
—Felipe hace mucho tiempo que milita en las filas del peronismo, entonces su identidad peronista está más arraigada. Francisco desde siempre dijo que se sentía identificado con el peronismo, pero hay una dificultad enorme para definir qué es el peronismo, porque tenemos Menem, Kirchner, Duhalde, Francisco, Felipe, Reutemann.
—¿El revuelo que generó el frente Macri-Solá-De Narváez muestra que en el imaginario colectivo Solá es más peronista?
—Fue muy impresionante la diferencia de la convocatoria del proyecto y las elecciones que trabajamos juntos con Francisco en 2007, con lo cual creo que la identidad peronista de Felipe está más arraigada en el imaginario.
—¿Le gustaría que el frente con Solá se llamase Properonismo, como él mismo propuso?
—Preferiría que fueran denominaciones que no hicieran referencia a lo que tradicionalmente ha sido el sistema político argentino porque estamos en un momento de transformación del sistema político. Hacer referencia al peronismo hoy me parece que deja afuera a un montón de dirigentes que podrían conformar este acuerdo.
—¿La palabra peronista podría alejar a algunos votantes?
—Exacto. Hoy apelar a esas categorías cierra y limita. Los que no llegamos a los extremos y tenemos la posibilidad de acordar proyectos conjuntos tenemos que sentarnos juntos a pensar si no es posible que las diferencias queden para un segundo plano, y cómo darle un empujón a la Argentina. Lo que pasó en el Congreso este último año y pico es muy sintomático. El radicalismo, algunos peronistas, el PRO, la Coalición Cívica, estuvimos de acuerdo en el 95% de los temas que eran realmente importantes: concepción de modelo productivo, el campo y las cuestiones institucionales.
—¿Macri es culturalmente peronista?
—Mauricio no es peronista. Cuando muchas veces el peronismo trató de tentarlo, no se sintió cómodo en esa situación. El siente, lo mismo que yo, que son como situaciones que limitan. Se podría decir que Mauricio es de centro o liberal, porque tiene también dirigentes de la centroderecha en el partido. Culturalmente es mucho más desarrollista que peronista. Lo podría poner en una referencia más fácil con Frondizi que con Perón.
—¿Hay estabilidad sin estructuras políticas con identidad?
—Es absolutamente necesario que se generen partidos políticos, pero hay una primera etapa… hay una frase de Sergio Bergman que a mí me parece muy buena: tenemos que hacer un frente para la república y no un frente para la victoria. La gente ya no piensa más que éste es peronista, o que no es peronista. Algunos sectores sí, cuando hay una identidad familiar. Por ejemplo en mi pueblo, donde hay familias radicales de toda la vida. Ganó ahora un intendente peronista después de no sé cuántos años.
—Con los nuevos diputados que sumará, la oposición puede ser mayoría en esa Cámara y ser un ámbito crucial para la gobernabilidad del país entre 2009 y 2011. ¿No cree que Ud. tendría algo para aportar allí?
—Primero hay que tratar de reflexionar hasta el abismo la posibilidad de encontrar candidatos, o un acuerdo de representación para que la elección sea buena igual, aunque no tenga que estar yo de candidata.
—Está claro que Ud. no quiere ser candidata.
—Obviamente, yo no quiero ser candidata… La política hoy en la Argentina todavía pide jugar tratando de poner las nuevas reglas pero con un viejo sistema. Tratemos de encontrar una manera de hacer una elección en la que yo no tenga que ser candidata. Esa discusión y esa posibilidad todavía no están agotadas.
—¿Cobos terminará en la UCR-Coalición Cívica o junto al PRO-peronismo?
—Hay muchas dificultades en la relación de Cobos con el radicalismo, y aún más con la Coalición Cívica. La relación entre él y Elisa Carrió no es fácil, así que no lo veo tan sencillo. Dependerá de Cobos, digamos, dónde se siente más cómodo y con quién puede hacer acuerdos políticos más viables.
—Sobre Carrió dijo en diciembre pasado que ella era “muy personalista y más sesgada que yo en la construcción política, y por eso estamos en espacios diferentes”. Pero Carrió sigue repitiendo que con usted va a cualquier lado. ¿Carrió la quiere más a usted, que usted a ella?
—Yo tengo un respeto muy importante por ella, y además le tengo aprecio. Más allá de que a veces me enojo y me da bronca alguna de las cosas que hace, creo que es una persona muy valiosa para el sistema político argentino. Lo que me distancia es que limita demasiado las posibilidades de construcción, y cuando ella etiqueta de una manera tan rápida y facilista situaciones que son un poco más complejas, y que además, están compuestas por personas muy razonables, que no tienen cuestionamientos éticos o de deshonestidad, que son las cosas en que ella hace tanto hincapié. Ahí me da un poco de bronca. Me parece que ella, en ese punto cierra un poco, las puertas y las posibilidades de vínculos.
—¿Cuál es su pronóstico sobre la crisis en la Argentina?
—A partir del segundo semestre se va a sentir de manera más contundente en el descenso de las exportaciones. Muchas empresas están teniendo cortes en las demandas del exterior brutales. No es que les dicen “te compro un quince por ciento menos”. No, “no te compro nunca más nada”. No sé qué va a pasar.
Lea la entrevista completa de Jorge Fontevecchia en la Edición Impresa del Diario Perfil