En sintonía con la estrategia del Gobierno de salir a defender al vicepresidente Amado Boudou por el caso de la exCiccone, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, expresó hoy su confianza en la "buena fe y honestidad" de Boudou.
Consultado sobre el caso que salpica a Boudou, el funcionario respondió: "Creo en la buena fe y en la honestidad de mis compañeros", pero ante una pregunta sobre los límites de esa confianza, Randazzo resaltó: "Uno no puede poner las manos en el fuego por nadie. Me parece que uno tiene que ser respetuoso en este caso del proceso judicial que está en marcha".
Al atribuir las denuncias contra Boudou a una "operación" destinada a "debilitar al Gobierno", Randazzo rechazó terminantemente las versiones que lo señalaron como uno de quienes habría filtrado datos para perjudicar al vicepresidente, al advertir que "sería estúpido por parte de un dirigente como el caso mío, que tengo 30 años de militancia, hacer cualquier cosa de este tipo".