Las urnas le dieron un duro golpe a Margarita Stolbizer. El Frente Progresistas estaba peleando el cuarto lugar de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), pero su partido quedó quinto. Malos resultados en territorios en el que tenían puesta mayor expectativa, como la provincia de Buenos Aires y Santa Fe, tiraban por la borda la ilusión de quedar posicionados como una alternativa de “coherencia” de cara a las elecciones de octubre.
De todas formas, la propia Stolbizer fue la encargada de hacer una lectura optimista de los resultados. Destacó que su fórmula “estará en octubre” sosteniendo su “identidad”. Los votos de radicales desencantados con Macri serán el único resquicio desde el cual la candidata podrá esperanzarse con obtener algunos votos más. Pero antes deberá trabajar para consolidar el voto propio y no quedar rehén de la polarización. En ese sentido, Margarita ya dejó entrever una línea discursiva, que apuntará a conseguir retener la representación parlamentaria de su frente.
“Hay que salir de la mayoría absoluta en el Congreso, y vamos a trabajar para sostener y mantener los escaños en juego”, expresó desde su búnker. Fue la primera candidata en hablar, cuando todavía no se conocían los resultados oficiales.
El clima de bajón en las filas de Progresistas se vio influenciado también por el muy mal resultado que estaba obteniendo Hermes Binner en Santa Fe. Con boleta corta (sin candidato presidencial), la lista de senadores del Frente Progresista Cívico y Social quedaba relegada al cuarto lugar, incluso en la ciudad de Rosario, principal bastión del socialismo. “Igualdad” y “decencia”, las dos banderas que desplegó durante esta campaña, serán las mismas con las que insistirá de cara a octubre.