Es en ese punto de la ciudad, en Plaza de Mayo, y sobre esas baldosas, donde las Madres desde 1977 popularizaron los pañuelos blancos como símbolo de representación en la búsqueda incansable de sus hijos. Es ahí, además, donde cada jueves hacen el recorrido alrededor de la Pirámide de Mayo, y donde conmemoran cada 24 de marzo un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976.
Sin embargo, desde noviembre del año pasado la emblemática plaza se encuentra cerrada al público debido a las reformas que impulsó el Gobierno para su ampliación y puesta en valor, y no se sabe con seguridad si para el 24 de marzo estarán finalizadas para celebrar el acto.
Las remodelaciones incluyen la ampliación de la superficie peatonal y los espacios verdes, para lo cual fueron removidas las históricas baldosas de las Madres pintadas con el símbolo de los pañuelos blancos, que serán incorporadas al Salón de los Pañuelos Blancos del Espacio Memoria y Derechos Humanos en la ex ESMA.
Consultada por PERFIL, la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida expresó: “Por supuesto que es una cosa que duele, porque es algo histórico, pero con la condición de que nuestra gente pueda pintarlos, accedimos”, en referencia a lo que acordaron con el Gobierno de la Ciudad: las baldosas originales serán retiradas, pero las organizaciones de derechos humanos estarán a cargo de pintar las nuevas que las reemplacen.
Almeida confirmó a este medio que esa condición fue consensuada en conjunto con las autoridades del Gobierno de la Ciudad a cargo de este proyecto, dado que generó cierta controversia debido a que en el año 2005 y tras la sanción de la ley 1653 de la Legislatura Porteña, fue declarado como "Sitio Histórico".
24 de marzo. Lo que las Madres no están dispuestas a negociar es la movilización que cada 24 de marzo realizan hacia la Plaza en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que recuerda el Golpe de Estado de 1976. “Vamos a pedir una entrevista para que eso se revea, porque eso sí tiene que resolverse para el acto”, dijo Almeida en relación a las posibles demoras de la obra, que estaría finalizada “durante el primer cuatrimestre del 2018”, según fuente gubernamentales.
Si bien aún no hay acordada una fecha de reunión con funcionarios de la Ciudad para hablar sobre el tema, la referente de derechos humanos aseguró a PERFIL que, una vez que pase enero, van a insistir con ese propósito.
Por su parte, desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad se mostraron dispuestos a negociar y dijeron a PERFIL que si bien el objetivo es que la obra esté finalizada para esa fecha, “no pueden decir con seguridad” que las remodelaciones estén concluidas para el 24 de marzo: “Los plazos de obra siempre pueden variar y dependen de varias cuestiones, a veces hasta climáticas” y agregaron a su vez que en caso de que eso suceda, “se llevará al diálogo, como con todo el proyecto en general”.
Respecto a la posibilidad de reunión de funcionarios de esa cartera con Madres para tratar el tema, desde el ministerio aseguraron que se evaluará la alternativa llegado el caso, y enfatizaron que “no va a ser un problema".
Por último, ratificaron ante la consulta de este medio que la decisión de modificar el espacio de la memoria fue acordada "en buenos términos" con los organismos de Derechos Humanos.