La Cumbre Iberoamericana iba a incluir ayer una reunión de los jefes de Estado que integran la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para abordar la sucesión de Néstor Kirchner en el cargo de secretario general. Sin embargo, con el correr de las horas y la confirmación de las ausencias de Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia) y Daniel Ortega (Nicaragua), lo que iba a ser el cónclave de los presidentes se convirtió en un encuentro “light” entre los cancilleres, en el que no se resolvió nada. Quedó pendiente para hoy la continuidad de las conversaciones.
La dificultad para confirmar a un sucesor fue, primero, por la exigencia de que quien ocupara el cargo fuera un ex presidente. Ahí estaban anotados Lula –que termina su mandato el 1º de enero en Brasil–, el uruguayo Tabaré Vázquez, y la chilena Michele Bachelet.
A Lula le convendría ocupar el cargo aunque sea por un año, porque luego será designado en algún organismo internacional. Estar en Unasur le permitiría hacer política desde Brasil y posicionarse como líder internacional. Tabaré Vázquez es resistido por Cristina Fernández y Michele Bachelet ya trabaja en un cargo en Naciones Unidas, como directora de la agencia de la ONU Mujeres.
Por eso, la idea de flexibilizar los requisitos les abrió las puertas a otros candidatos. El ex ministro de Lula Marco Aurelio, el ministro venezolano Alí Rodríguez y la ex canciller colombiana María Emma Mejía. Marco Aurelio ya dijo que no. De los dos que quedan el que tiene un perfil más negociador es Rodríguez, quien fue presidente de la Organización de Estados Productores de Petróleo (OPEP).
Sus pares lo definen como una persona muy bien formada y respetada. Sin embargo, Venezuela es un país que no encaja para algunos socios de la Unasur. La colombiana, en cambio, es más aceptada y preside ahora la Fundación Alas, con la cantante Shakira. Se trata de una entidad que se dedica a la beneficencia.