“El tono es una de esas cosas indescifrables y misteriosas; es algo bastante difícil de explicar a la gente”, explicó hace un tiempo Jesse Armstrong, el creador de Succession. “Desarrollé el tono –especialmente el tono visual– junto con Adam (McKay, director de varios de los capítulos), y sé cuándo salió bien y cuándo nos equivocamos. Es algo instintivo más que algo intelectual.”
Succession es una serie de HBO que ganó varios premios desde que en 2018, y este año, culmina con la cuarta temporada la historia de esta particular y poderosa familia. Si bien este domingo se emite el cuarto capítulo, lo sucedido en el tercero –estrenado a nivel mundial y en Argentina hace una semana– generó algo inusual: fueron tendencias (trending topics) posteos con hashtags como #Succession o #LoganRoy. Y además, dicho tercer capítulo logró quince mil votos que le dieron un promedio de 10 en IMBD, un ranking internacional de series y películas. Ese resultado lo convirtió en el mejor puntuado de la historia de la televisión mundial, puesto que hasta el domingo pasado solamente había sido alcanzado Ozymandias, el penúltimo episodio de Breaking Bad.
Inspiración. Jesse Armstrong, creador de Succession, nació en la ciudad de Oswestry, Inglaterra, en 1970. Fue cocreador de las series de culto en su país como fueron Peep Show y The Thick of it. También coescribió la película In the loop, estelarizada por James Gandolfini, por la que recibió una nominación al Oscar a Mejor guion adaptado, en 2009. Pero en 2018 estrenó una idea que venía pergeñando hace varios años y que a lo largo de estas cuatro temporadas se fue convirtiendo en lo que ya muchos consideran una de las mejores series de la historia.
Desde su estreno, se volvieron inevitables las analogías de la serie con el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch sobre todo porque el propio Armstrong había escrito un guión sobre dicho multimillonario. Si bien gran parte del corpus que se encargó de analizar e interpretar la serie puntualizó en las numerosas capas conceptuales que matizan una posible linealidad con la familia de Murdoch, al respecto Armstrong dijo en una entrevista de 2020: “Son creaciones ficcionales que surgieron luego de una muchas lecturas e investigación. Escribí un guion sobre la familia de Rupert Murdoch y nunca se hizo. Y me interesé en las similitudes entre tipos como él, Robert Maxwell y Conrad Black, en un momento dejando su posición de poder a medida que avanza la tecnología; y a su vez, observé cómo las noticias por cable y los periódicos siguen dando forma a nuestro clima político”.
Para otros analistas Succession parte de una premisa similar a la de El rey Lear, uno de los clásicos de Shakespeare, en la que el rey, viejo y cansado, decide repartir su gobierno, entre sus tres hijas. Y eso da lugar a un entramado de codicia y de sentimientos encontrados. Consultado sobre esto Armstrong entiende lo siguiente: “Creo que hay una cuestión dinástica, de hombres viejos que son reyes o dueños de emporios y quieren dejar un legado mediante sus creaciones en sus estados-nación o al menos en sus propios negocios”.
Mas allá de esas miradas sobre qué inspiró a este inglés para crear Succession en particular, él dijó haber leído en particular dos libros: La guerra de Disney, escrito en 2005 por James B.Stewart sobre el reinado de Micahel Eisner como CEO de esa compañía; y Pasión para ganar, una autobiografía de Sumner Redstone, el ya fallecido CEO de ViacomCBS. En otra entrevista, brindada al canal de YouTube Build Series, se serie refirió al documental The Jinx como una de sus influencias. “Me hizo pensar en cómo ricas e influyentes personas se pueden salirse con la suya en cosas que otras personas no”.
Es en equipo pero... La creación de este guionista que venía dando pasos acertados en la comedia británica hasta que desembarcó en HBO con un proyecto que se estrenó tímidamente, que ganó muchos premios, y que en su última temporada generó un capítulo que sorprendió por igual a sus seguidores de todo el mundo.
Armstrong trabaja con lo que se conoce como un writers room, esquipo de escritores. como casi todas las series, incluso cuando hay presupuesto, hay guionistas que escriben para uno o dos de los protagonistas. Según Armstrong expuso en una conferencia reciente, se escribe cada episodio por separado, pero se tiene siempre en cuenta la totalidad, para poder encarar el arco narrativo. Si él se reserva la autoría del primer capítulo y de los dos últimos de las temporadas. De esa manera, pueden atarse todos los cabos sueltos que haya a lo largo de la historia, los que pueden ser muchos porque hay varios personajes sumamente densos.
A Armstrong le apasiona escribir y en una charla sobre cóm hacer guiones dijo: “Si un chiste no encaja, no hay que forzarlo. Es importante mantenerse fiel a los personajes, ya sea que se esté escribiendo comedia o drama. Las ideas que uno tiene, deben adaptarse al personaje que se ha creado o basadas en algo que uno le mostró a la audiencia. Igualmente esos chistes –o ideas– no hay que descartarlos porque si te causaron gracias cuando lo escribiste, es muy probable que sean buenos”.
El personaje más díficil. Si bien el papel que encarna Robert Cox es, además, de un protagónico muy premiado, el centro de esta historia familiar, Armstrong dijo en una reportaje que para él fue muy importante dar con el actor que interpretara a Kendall Roy, el prímogentino de la familia. “En las audiciones buscar a Kendall fue lo más difícil, sentía que si no dabámos con el indicado, tendríamos un problema (...) Por eso fui feliz cuando vi a alguien como Jeremy Strong hacer lo que él logró. Una de las primeras escenas que filmamos –en el primer capítulo– fue la de él dentro de un auto escuchando una canción de los Beastie Boys... Ahí me dije: ‘Esto está perfecto, se ve real’”.