Hasta ahora era la duquesa de Cornualles, duquesa de Rothesay, condesa de Chester, tras la muerte de la reina Isabel II su nuera, Camilla Parker Bowles, se convirtió en la nueva "Reina Consorte" de Gran Bretaña… Pero durante décadas la mujer fue reconocida como la amante del príncipe que quería convertirse en un tampón para vivir siempre dentro de ella.
La imagen pública de Camilla sin embargo se fue transformando: inicialmente fue catalogada como como la "villana" del cuento del príncipe Carlos y la princesa Diana, y luego considerada una "madrastra malvada" para los príncipes Guillermo y Harry, ahora es una personalidad más que respetada por los británicos.
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Durante los 17 años de matrimonio que lleva con Carlos, la duquesa de Cornualles transformó su papel y ahora es una anfitriona real elogiada en los eventos sociales y una representante confiable de su fallecida suegra.
La princesa Diana la apodó el “Rottweiler”. Pero desde que salió de las sombras en 2005, la favorita, que va camino a convertirse en la mujer más longeva que se corona reina, se dejó conducir por un grupo de relacionistas públicos que la transformaron de villana de la historia a heroína.
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Actualmente Camilla es patrocinadora o benefactora de decenas de organizaciones de alfabetización, habla en apoyo de las víctimas de la violencia doméstica y es protectora de muchas organizaciones de bienestar animal. Además, hizo varias apariciones en televisión y radio, hablando de la lucha de su madre contra la osteoporosis y de su amor por la jardinería y la cría de caballos.
Y lo más importante para una familia real que caminaba al desastre: no protagonizó escándalo alguno.
Según encuestas recientes de YouGov, Camilla está hoy entre los 10 miembros más populares de la familia real, superando incluso al príncipe Harry y Meghan Markle.
“Hay muchos partidarios de Camila”, asegura Joe Little, el director de la revista especializada Majesty Magazine. “Lo está llevando muy bien… tiene bastante experiencia en temas de alto perfil. Es muy competente en ello", abunda.
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Miembro de la alta burguesía inglesa pero plebeya, divorciada y madre de dos hijos adultos, Camilla Shand nació el 17 de julio de 1947.
Hija del alcalde Bruce Shand y de Rosemary Cubitt, ricos terratenientes, educada en las mejores escuelas privadas, primero en Londres, después en Francia y Suiza, Camilla se movía en los mismos círculos sociales que Carlos.
Su familia incluso tenía lazos con la familia real. Camilla conoció al príncipe en 1970 durante un partido de polo: la joven fue fotografiada plantándose ante Carlos y diciéndole: “¿Sabías que mi bisabuela, Alice Keppel, fue la amante de tu tatarabuelo, Eduardo VII? Siento que tenemos algo en común”.
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Se cree que el amor fue a primera vista. Pero poco después de conocerse, Carlos entró en la Royal Navy y ella, cansada de esperar, se casó con uno de sus admiradores, el caballerizo real Andrew Parker Bowles.
Tras el nacimiento de los dos hijos, Carlos volvió a los brazos de Camilla y Andrew, conocedor de la historia, guardó un caballeroso silencio.
La princesa Diana, que comprendió que Camilla era el gran amor de la vida de Carlos desde el mismo día de su boda en 1981, harta de la situación reconoció en una escandalosa entrevista en 1995 que el suyo era “un matrimonio de tres”.
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La “Operación Ritz” y la relación de Camilla con la reina
Después de que la princesa Diana muriera trágicamente en 1997, cuando la monarquía británica estuvo en el punto más bajo de su popularidad, el surgimiento de Camilla como pareja del príncipe Carlos formó parte de una campaña de relaciones públicas cuidadosamente planificada dirigida por el experto Mark Bolland, que tuvo éxito.
La primera aparición pública de Carlos y Camilla como pareja fue cuidadosamente organizada en las puertas del Hotel Ritz en Londres en 1999, en la denominada “Operación Ritz”. La culminación del romance, que fue resistido por la familia real y la opinión pública, fue un matrimonio civil en el Guildhall de Windsor el 9 de abril de 2005.
“La reina se dio cuenta de que Carlos necesitaba a alguien y la duquesa es maravillosa con él y él está muy feliz, y la reina debe estar muy feliz por esto”, dijo la aristócrata cercana a la familia real Lady Anne Glenconner. Pero el camino fue difícil.
“Después de la muerte de Diana, la reina sabía cuán altos eran los sentimientos hacia Camilla. Sabían que tenían que deshacerse de la etiqueta de ‘amante’. Pero todo fue cuestión de tiempo”, dijo el exsecretario de prensa de la reina, Dickie Arbiter.
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En su libro The Duchess: The Untold Story, la biógrafa real Penny Junor describió cómo la opinión de la reina sobre la Camilla se mantuvo sin cambios después de la traumática muerte de Diana, un punto de inflexión importante en el largo reinado.
La autora asegura que la actitud de la reina hacia Camilla no se basaba en una aversión personal: “La reina había querido que [Camilla] desapareciera antes de la muerte de Diana y no cambió de opinión después de eso”.
“Creo que la reina estaba muy angustiada porque Camilla era la que estaba socavando el matrimonio de los Gales”, dijo el experto real Clive Irving.
“No era nada personal, pero era Camilla quien había sido responsable, conscientemente o no, de todos los desastres que habían sobrevenido”, coincide Junor.
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En 2016, dos columnistas del Daily Mail, Richard Kay y Geoffrey Levy, escribieron un artículo que describía cómo Isabel renegó de la relación y luego se encariñó increíblemente con Camilla: “La reina la consideraba como una adúltera que había llevado a su hijo por mal camino”.
“El príncipe Carlos dejó perfectamente en claro a cualquiera que quisiera escuchar que Camilla era una parte no negociable de su vida. La postura de la reina era la de monarca, no de madre, y ahí estaba el problema”, explicó Penny Junor.
“Su hijo necesitaba urgentemente apoyo y esta mujer se lo había dado. Ella lo había rescatado de las profundidades de la depresión, le había mostrado el amor y el consuelo, la aprobación, la ternura que tan lamentablemente había estado ausente en cualquier otro lugar”.
El peligro de que el pasado se vuelva en contra de la “reina Camilla”
Desde entonces, la posición de Camilla “ha evolucionado sin ninguna duda y ha habido un enorme y muy largo proceso de rehabilitación desde la época de Diana”, explicó la historiadora real Anna Whitelock al Daily Express.
En ese camino, Camilla fue asumiendo gradualmente una posición más destacada dentro de la familia real, desde viajar junto a la reina Isabel en la procesión de carruajes del Jubileo de Diamante (2012) hasta ocupar el trono del consorte en la apertura del Parlamento (2022).
Camilla fue nombrada Consejera Privada en 2016, un rol que nunca se le dio a la princesa Diana, y que le permite participar de la toma de decisiones “en el caso de que la reina se encuentre en el extranjero o esté incapacitada”, según explicó The Times.
“Los consejeros de estado están autorizados para llevar a cabo la mayoría de las funciones oficiales (de la reina). Estos incluyen asistir a las reuniones privadas del consejo o firmar documentos de rutina”, dijo el periódico, dando dimensión de la responsabilidades de Camilla.
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A través del trabajo de caridad que defiende la alfabetización y destaca el problema del abuso doméstico y la violencia sexual, Camilla ha forjado su propio papel real. Y también se convirtió en una de las favoritas de la prensa por su naturaleza alegre y su enfoque complaciente en los compromisos reales.
La conducta de Camilla, considerada “intachable” por la prensa británica, y la lealtad que demostró hacia la reina Isabel II en momentos en que la Casa de Windsor atraviesa fuertes tormentas (causados por los príncipes Harry y Andrés) fueron otros de los factores de la aprobación de la monarca.
En diciembre, Isabel II nombró a Camilla como Dama de la Orden de la Jarretera, la orden de caballería más antigua y prestigiosa de Gran Bretaña, un honor histórico que marca su creciente protagonismo dentro de la monarquía.
Finalmente, el pasado 5 de febrero la reina dijo que su deseo era que Camilla se convirtiera en “Reina Consorte”, y no en Princesa Consorte (como estaba anunciado), cuando Carlos ascendiera al trono. Y pidió a los británicos que, cuando llegara el momento, le dieran todo su apoyo a los nuevos reyes.
Carlos y Camilla dijeron que se sentían “honrados” por esta bendición. “Somos profundamente conscientes del honor que representa el deseo de mi madre. Mientras buscamos juntos servir y apoyar a Su Majestad y a la gente de nuestras comunidades, mi querida esposa ha sido mi propio apoyo constante en todo momento”.
Pero si bien ahora es aplaudida por la mayor parte de los británicos, muchos temen que cuando la reina Isabel II ya no esté, el pasado de Camilla pueda volverse en su contra.
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La duquesa debería tener “mucho cuidado de permanecer en un segundo plano” cuando Carlos ascienda al trono, en palabras de Irving. El biógrafo real señaló que el pasado de Camilla como amante del príncipe de Gales sigue siendo un problema para muchos de los británicos que apoyan a la Casa de Windsor
“El problema de Camilla es toda la historia de la relación y el hecho de que ella fue vista como la destructora de Diana. Esa es la carga que llevará”, dijo Irving.
La biógrafa real Anna Whitelock no coincide: “Es importante recordar que muchas personas menores de 35 años realmente no recuerdan a Diana y todo eso con Camilla. Creo que los tiempos han cambiado y creo que cualquiera que sienta algo por Diana, la prensa o la gente, piensa que ella es algo buena”.
El próximo obstáculo a superar por Camilla será la autobiografía anunciada por el príncipe Harry -el hijo menor de Carlos- en el que promete contar por qué él y su hermano mayor, Guillermo, nunca se sintieron cercanos a su madrastra “y todavía no lo son”.
La prensa inglesa anticipó que el lucrativo acuerdo editorial de Harry “establece que debe incluir detalles personales de relaciones personales y familiares” y se cree que “será una versión muy íntima de sus sentimientos sobre su familia y lo que pasó en la ruptura de la relación”.
“Si creen que se ha suavizado, están equivocados. Solo esperen a que salga el libro porque sacudirá a la monarquía hasta la médula”, dijo el diario The Mirror.
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