El 6 de septiembre de 1997 la imagen de los adolescentes príncipes Guillermo y Harry de Inglaterra caminando detrás del féretro de su madre, la princesa Diana de Gales (Lady Di) impactó al mundo. Pero 25 años después de la tragedia los príncipes, ahora de 40 y 38 años, están separados por un océano y luchan por mantener unos lazos que se rompieron.
Muchos hoy se preguntan si habrá reconciliación. El historiador y escritor Ed Owens destaca que el megxit "privó a la monarquía de uno de sus salvadores", Harry, en su calidad de "miembro de la realeza informal", el que más "tiene los pies en la tierra".
"Creo que, en algún momento, necesitarán que vuelva", opina la experta de la realeza Tina Brown, refiriéndose al príncipe Harry como "un activo" para la monarquía, que podría atenuar la presión sobre Guillermo y Kate cuando sean reyes.
Los caminos de los príncipes comenzaron a separarse cuando el mayor, Guillermo, se casó con Kate Middleton, comenzó a formar una familia y a dedicarse más al entrenamiento para su futuro rol de rey. Harry se casó después con la actriz Meghan Markle y allí la grieta entre los hermanos se ensanchó.
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"Enrique y Guillermo apenas se hablan desde el Megxit", escribió hace poco el periódico londinense The Sun, aludiendo a la decisión de Harry y su esposa de tomar distancia con la familia real en 2020. Actualmente los duques de Sussex viven con sus hijos, Archie y Lilibet, en California, a más de 5.000 kilómetros de su familia.
Guillermo, duque de Cambridge, ahora vive cerca del Castillo de Windsor y se dedica de lleno a sus obligaciones como segundo en la sucesión al trono. Pero su hermano rechazó las tradiciones por una vida de celebridad en Estados Unidos sin signos de volver al redil real. "Sospecho [...] que la brecha es muy profunda", dijo el especialista de la monarquía Richard Fitzwilliams.
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En el pasado, las cosas eran distintas. Después de que Lady Di muriera en el accidente automovilístico en París, a la edad de 36 años, sus dos hijos conmovieron a los británicos cuando aparecieron juntos en la entrada del palacio de Kensington para saludar a la multitud. Por entonces Guillermo tenía 15 años y estudiaba en el internado Eton College. Harry tenía 12.
Los británicos se sintieron orgullosos de ver a los hermanos muy unidos cuando el mayor se casó con Kate y Harry fue el padrino de la boda. Sentían que la nueva generación devolvería a la monarquía el respeto perdido. "Esa idílica relación fraternal que proyectaban (...) contribuyó mucho a que la monarquía se encarrilase", cree Ed Owens.
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Pero la relación comenzó a tensarse cuando, en 2918, Harry se casó Meghan Markle, a quien las lenguas malvadas compararon con Yoko Ono o incluso con Wallis Simpson, la estadounidense que enamoró locamente al rey Eduardo VIII y provocó su abdicación al trono en 1936.
Meghan fue acusada de romper a la familia y, en una entrevista realizada en 2019, Harry dijo que él y su hermano ya seguían "caminos diferentes". Un año después, los duques de Sussex anunciaron que renunciaban a sus actividades oficiales para mudarse a EEUU, una decisión que atormentó a la familia real.
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Meses después, en una entrevista con la famosa presentadora estadounidense Oprah Winfrey, Meghan acusó a la duquesa de Cambridge la había hecho llorar antes de la boda y acusó a la familia real de no ayudarla en sus primeros pasos como miembro de la monarquía.
Pero la acusación más grave fue la de que una persona de la familia real -cuya identidad no revelaron- habría especulado sobre el color de piel que tendría el primer hijo de Meghan, que es mestiza. Guillermo reaccionó afirmando a un periodista que su familia no era racista "en absoluto".
Harry le dijo a Winfrey que dejó el Reino Unido para evitar que "la historia se repitiera", comparando el acoso de los periodistas y fotógrafos a Meghan con el trato recibido por Diana, quien murió cuando era perseguida por las calles de París por un grupo de paparazzi.
En abril de 2021 la muerte de su abuelo, el príncipe Felipe, obligó a Harry a volver a su país y participar de los funerales. Caminó con su hermano en el cortejo fúnebre, pero con un primo de por medio. Harry se sentó solo en la capilla real ya que Meghan no viajó por estar embarazada.
En julio, los hermanos fueron vistos juntos en la inauguración de una escultura de su madre en los jardines del palacio de Kensington, la residencia londinense de la princesa. Apenas se hablaron y se mostraron muy incómodos en la ceremonia, y Harry retornó rápidamente a California.
En junio de este año, durante los festejos nacionales organizados por los 70 años de reinado de la reina Isabel II, Harry y Meghan regresaron a Londres y fueron objeto de una helada recepción de parte de la familia. Según el Daily Telegraph, "no hubo interacción alguna" entre los hermanos.
Se dice que los duques de Sussex se sintieron heridos cuando el protocolo los borró de la lista de familiares que aparecieron con la reina Isabel en el balcón del palacio y los relegó a sentarse entre los miembros secundarios de la familia real en una misa en la catedral de San Pablo.
Harry y Meghan organizaron un viaje al Reino Unido en septiembre y dijeron que planean quedarse en una finca de la reina en Windsor, cerca del nuevo domicilio familiar que tiene Guillermo allí pero, según la prensa británica, los dos hermanos no tienen planeado verse.
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Robert Hardman, un periodista especializado en temas monárquicos, sin embargo planteó la posibilidad de una reconciliación: "Obviamente, se han alejado pero son hermanos, esto es una familia. Para mí, parece que nos encaminamos hacia unos viajes cada vez más regulares al Reino Unido". "Y cada vez que eso pasa, las cosas se van destensando".
El futuro de la relación entre los que eran dos hermanos inseparables dependerá de la próxima publicación de las memorias de Harry, que podrían salir a la venta en noviembre. Se cree que Harry será "bastante duro con el Palacio" y que "el libro será muy explosivo", según Hardman.
Las próximas memorias de Harry están "generando ansiedad" entre los miembros de la familia real, que temen que el volumen sirva para "ajustar cuentas y hacer más afirmaciones sensacionalistas", aseguró The Telegraph.
ds