No hay fórmulas mágicas para la televisión. Tampoco una definición muy clara de “éxito”. Que le guste al público no garantiza que se refleje en el rating; que sea muy vista no trae necesariamente buenas críticas y, a su vez, éstas no siempre coinciden a la hora de las premiaciones.
Los pormenores, la novela dentro de la telenovela, son un tema aparte. De los elencos devienen grandes amistades y hasta romances, peleas a muerte, escándalos, y siempre, un poco de misterio. Porque aunque se viva en la era de lo público, siempre hay aquello que no sale de entretelones. Lo de Farsantes es un ejemplo claro de estas ambigüedades de la pantalla chica. Originalmente pensado como unitario, el plato fuerte de El Trece en un año sin Marcelo Tinelli en el prime time terminó siendo una tira diaria, la primera, además, de su protagonista, Julio Chávez, un actor que parecía, prejuiciosamente, no pertenecer al formato diario.
La apuesta de Adrián Suar era jugosa: más allá de la trama –los pormenores de un staff de abogados–, todo terminaría girando sobre una relación homosexual prohibida entre Chávez y Benjamín Vicuña. Así fue. La historia de amor dio grandes escenas y la posibilidad al chileno de demostrar que sólo le faltaba un buen papel para brillar. Pero las relaciones humanas son complejas, tanto en la realidad como en la ficción, y desde el comienzo, lo que sucedía detrás de escena comenzó a tomar relevancia en el afuera. Fueron las declaraciones políticas de Alfredo Casero, la abrupta y polémica muerte del personaje de Vicuña, la extraña decisión Facundo Arana de abandonar la serie.
Al parecer, salvo la dama de la troupe, Griselda Siciliana, los conflictos de cada uno de los protagonistas de Farsantes hicieron que, como en las conocidas películas de terror y sus leyendas, el programa del supersticioso director de Pol-Ka parezca estar “maldito”.
Pero como una luz entre las sombras, vuelve el querido Pedro, el personaje del marido de Vicuña, para reencontrarse, aunque sólo desde lo místico, con su querido Guillermo, interpretado por Chávez. Lo anunció esta semana El Trece, tras atender los reclamos de los fans del chileno, quienes fueron hasta las puertas de la productora con una murga para pedir por su regreso. Ahora, la producción se prepara para esta participación estelar que, a lo mejor, sirva para limpiar el karma.