Néstor Kirchner, de cuya muerte se cumplen hoy 10 años, fue un presidente inesperado, surgió como consecuencia de la crisis del 2001. Este gobernador patagónico en la provincia de Santa Cruz, con una población menor a la de un municipio del conurbano de la provincia de Buenos Aires, encuentra el espacio político para ser candidato en las elecciones del 2003, cuando Eduardo Duhalde buscaba un candidato peronista que pudiera disputar la elección con Carlos Menem.
Menem gana en primera vuelta, pero sabiendo que perdía en la segunda vuelta. Finalmente lo deja a Néstor Kirchner con la presidencia y apenas el 23 por ciento de los votos. Rápidamente, Néstor Kirchner se hizo un capital político propio. Lo ayudó muchísimo.
Los logros que obtuvieron junto con Roberto Lavagna en materia económica, después de un país que estaba en las ruinas, termina al cabo de cuatro años con superávit fiscal, con superávit comercial, la renegociación de la deuda. Tuvo políticas muy importantes en materia de derechos humanos, lo que tuvo que ver con terminar con la impunidad de los crímenes de la dictadura, que había quedado sellada con los indultos de Menem. Grandes progresos con la Corte Suprema de Justicia.
La Nación mejoró los mecanismos de designación, la Ley de Educación, garantizando salarios mínimos para los docentes, el impulso a la ciencia en materia de política exterior. También innovó aquella confrontación que tuvieron los países latinoamericanos contra los Estados Unidos que terminó con el ALCA. La idea de generar un área de libre comercio en toda América de la mano de los Estados Unidos.
En fin, fue realmente alguien que tomó grandes decisiones en un período complejo. Pero también fue Néstor Kirchner quien designó a Julio De Vido al frente del Ministerio de Planificación, quien designó a Ricardo Jaime, a Claudio Uberti. Fue el que le decía a los intendentes del Conurbano que negociarán con López, el hombre de las bolsas, José López, el secretario de Obras Públicas, lo que tenía que ver con las obras del conurbano. Tuvo que ver también con quién era su secretario privado, Daniel Muñoz, a quien al fallecer le encontraron 40 millones de dólares que nunca nadie explicó de dónde salían. Sus grandes amigos eran Lázaro Báez y Rudy Ulloa.
Todo ese esquema de negocios del poder que en parte después está siendo investigado ahora por la Justicia, fue un esquema que montó, que creó, Néstor Kirchner. Después uno se puede preguntar si Cristina Kirchner no quiso, no supo o lo mantuvo adrede, porque gran parte de ese esquema se mantuvo con Cristina Fernández de Kirchner en el poder. Y son algunas de las razones por las cuales enfrenta ahora Cristina Kirchner algunos juicios.
Pero todos esos personajes se reivindican como amigos de Néstor Kirchner, como se reivindican también como nestoristas. Muchos de los kirchneristas que creen que esos cuatro años de Néstor Kirchner fueron los mejores años en materia de gestión política. Mejores que los ocho de Cristina Fernández de Kirchner, sobre todo mejores que el último. Alberto Fernández piensa así. Pero también es cierto que dentro del paquete de Néstor Kirchner hay que meter todo lo demás.
