Como suele ocurrir en algún film de ficción, y aunque haya muchos escépticos con el tema, hay personas que dedican parte de su tiempo a investigar actividades paranormales. Crease o no, toman esto con rigurosidad y emplean equipos de última tecnología para detectar cosas que no son de este mundo. Un caso se dio en la ciudad de San Pedro, ubicada a 160 kilómetros de Buenos Aires, donde en un buque detectaron "presencias".
Un grupo de investigadores de fenómenos paranormales realizó un trabajo en un museo buque de San Pedro y descubrieron extrañas presencias en el lugar, al cual llegaron alertados por empleados del sitio.
Se trata de los miembros de Investigación Paranormal Dogma Argentina, quienes en conjunto con el Grupo de Investigaciones Paranormales (GIP) San Pedro, fueron los encargados de hacer este estudio, para el cual debieron pasar una noche en el buque y luego, con el material recopilado, analizarlo para dar una conclusión. En este caso, ese determinaron que la embarcación "cuenta con actividad paranormal".
Para realizar su labor, llegaron al lugar con equipamiento especializado que utilizan para su tarea, como medidores de campo electromagnético, cámaras infrarrojas con sensores de movimiento y aplicaciones de investigación paranormal, entre otras cosas.
La experiencia. En diálogo con PERFIL Guillermo Barrientos, integrante de Dogma, dio detalles de esta expedición: “Estuvimos ahí el 8 de agosto con todo el equipo de 7 personas desde las 21 hasta las 5 de la mañana. Durante el día además, hicimos una visita previa para recorrer las instalaciones y organizar cómo desplegar el equipo. Teníamos reportes de distintos tipos de actividades que si bien no eran muy frecuentes, estaban. Hablamos entonces con el encargado de cuidar la embarcación por las noches y él nos mostró en qué lugares específicos pasaban cosas”.
En ese marco explicó su rol dentro del equipo: "En mi caso en particular me dedico al sonido y no tengo ninguna sensibilidad especial, pero estoy como pendiente de algún día poder enfrentarme a algún espectro. No sé cómo reaccionaré en ese momento porque ahí uno está muy ocupado con lo que hay que hacer, con el trabajo propio y el de los compañeros. El 90% del resultante se da en la etapa final del proceso, que es en la revisión del material. En las semanas posteriores comienzan a surgir las voces, las fotos. Se dan casos como fue en el ARA que una de las chicas del equipo, que es la sensitiva, tuvo una interacción sensible con una persona que aparentemente era el habitante del camarote donde estábamos y, a través de ella sentimos esa emoción, pero yo no vi nada".
"Escucharla a ella hablar y contestar, ver que reaccionan algunos equipos, fue algo muy fuerte y son experiencias que te quedan en lo privado. Nuestro trabajo es comprobar a través de medios tecnológicos, señales con lo que comúnmente se llama ‘el más allá’ u otra dimensión. Tratamos de no ser invasivos en los lugares donde vamos, intentamos transmitirle paz a la entidad que esté en el lugar", agregó al tiempo que reconoció: “El miedo es compañía también, es algo que nos mueve mucho, nos genera adrenalina".
El ARA Irigoyen. Esta embarcación, tal como mencionaba Barrientos, tiene mucha historia encima: participó de la Segunda Guerra Mundial y en el conflicto bélico de Malvinas, en 1982. “El barco tiene una historia muy rica y nosotros estudiamos un poco donde había estado y las interacciones que tuvo en sus distintos momentos. Cuando llegamos allá nos empapamos más del tema porque hay fotos y demás”,manifestó el integrante de Dogma.
Conclusiones. Para realizar la investigación en este buque, los miembros de Dogma debieron contar con el permiso de la municipalidad. "Desde ahí se estipula que según el resultado que se obtiene, se les brinda a ellos una devolución completa de todo el material que encontramos, ya sea en evidencias de archivos de audio y videos, después se les da un informe expreso. Ellos nos seleccionan el material que se puede dar a conocer. La intención no es generar caos sino enviar una explicación directa mostrando con evidencias tangibles cómo se hizo el trabajo. A nosotros nos sirve mucho la investigación previa del lugar al que vamos a ir. Lo que hacemos es una actividad que necesita tiempo, dedicación y eso es complicado encontrar quienes estén en esta sintonía”, precisó Barrientos.
Trabajo de campo. “Tratamos de abarcar el mayor espectro posible a nivel tecnológico de apertura de evidencia. Tomamos temperatura, medimos radiación, campos electromagnéticos, fotografías en distintos niveles: forma automática, ráfagas fotográficas con espectros nocturnos. Videos, y grabación de sonido con distintos equipo, y también interactuamos porque en nuestro equipo tenemos dos miembros que son sensitivos y eso nos ayuda a interactuar con nuestro material, ya sea para la instalación de los equipos o para el uso manual cuando estamos en un lugar específico”, completó Barrientos.
Sin lugar a dudas, aquellos que se interesen en el tema de los fenómenos paranormales mirarán con detalle las imágenes de, trabajo realizado en el buque de San Pedro,y hasta podrán tener sus propias hipótesis y conclusiones. Por su parte, los escépticos intentarán explicar de modo racional lo que este grupo investigó durante toda una noche en la embarcación.
F.D.S / D.S.