La multitudinaria convocatoria bajo la consigna "Por más igualdad real: ley anti discriminatoria y Estado laico" reunió en una colorida feria de puestos y escenario musical en Plaza de Mayo. Miles de personas se congregaron desde temprano en torno a la propuesta musical y a los stands.
“La marcha del orgullo es un acontecimiento único, es una celebración de la libertad, la diversidad. Una hermosa manifestación pública y ciudadana de la Democracia, donde festejamos los logros obtenidos y reclamamos los que faltan", dijo Pedro Paradiso Sottile, secretario de la la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) a la agencia Télam.
La primera convocatoria, a principios de los 90, contó con menos de 300 personas, que -en la mayoria de los casos- ocultaban sus rostros bajo máscaras por temor. Luego de 22 años, la situación cambió sideralmente y la comunidad homosexual pobló las calles porteñas con extravagantes vestidos, música a todo volumen y mucha alegría. Sin embargo, el reclamo permanece inmutable a lo largo de los años: aplicación de la ley anti-discriminación.
"La ley anti discriminatoria actual se aprobó en 1988 y prácticamente está obsoleta, con algunas categorías de las que se habla en la ley también caducas, como la palabra 'raza', pero además porque los mecanismos procesales que establece no funcionan al momento de denunciar una discriminación", le dijo a Télam Julieta Calderón, de la secretaría de Juventud de la Federación.
Otras consignas fueron: “Políticas públicas de inclusión social y laboral para personas trans”; “Aborto legal seguro y gratuito y Misosprostrol gratis”; “No al racismo y a la xenofobia. No al sexismo”, y “Respeto a la diversidad sexual y de género en todos los medios de comunicación”. También “Derogación de los códigos de faltas, basta de violencia institucional”; “Por una reforma del Código Civil inclusiva e igualitaria”, e “Inclusión y reconocimiento de la diversidad sexual y de género en el deporte”.