El pasado 9 de marzo tuvo lugar el Pre Foro Chile, una instancia de debate y elaboración de propuestas de cara al III Foro Mundial de Derechos Humanos (FMDH23), que tendrá lugar en Buenos Aires del 20 al 24 de marzo. Una de las invitadas internacionales fue la organización sin fines de lucro Cimientos, que se refirió a su labor para garantizar el derecho a la educación y la equidad educativa.
El encuentro, que se llevó a cabo en una casa central de la Universidad de Chile, fue impulsado por los ministerios locales de Relaciones Exteriores, de Medio Ambiente, de Educación, y de Justicia y Derechos Humanos. Además, contó con el apoyo del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH UNESCO).
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Los Pre Foros son instancias de diálogo, intercambio y presentación de propuestas que preceden al FMDH23, el mayor encuentro de activistas de derechos humanos del mundo. Estos encuentros se realizaron en diversas regiones del territorio argentino y también a nivel internacional para promover su federalización, democratizar los debates y la elaboración de propuestas de acción para el futuro.
En el evento de este año, estuvieron presentes el Ministro de Educación, Marco Antonio Ávila Lavanal; la ex Subsecretaria de Derechos Humanos, Haydee Oberreuter; el Subsecretario de Medio Ambiente, Maximiliano Proaño Ugalde; el Encargado de las Relaciones Internacionales del Ministerio de Educación, Rodrigo Matamoros, entre otros funcionarios públicos. También participó la Directora Ejecutiva del CIPDH-UNESCO Fernanda Gil Lozano, así como miembros de otras organizaciones de la sociedad civil, académicos e intelectuales.
En representación de Cimientos, que fue invitada en el panel del eje temático de Educación y Derechos Humanos, asistió Mercedes Méndez Ribas, Directora Ejecutiva de la ONG, quien expuso junto a Ernesto Gonzalez, Sub Director Ejecutivo de FUSUPO. Ambos disertaron sobre la temática "Estado y Sociedad Civil: hacia una gobernanza colaborativa para garantizar el derecho a la educación".
Cimientos es una organización de la sociedad civil sin fines de lucro que trabaja en Argentina y Uruguay a favor de la equidad educativa. En ese sentido, lleva a cabo programas que favorecen la terminalidad educativa, la inserción laboral y/o continuidad en estudios superiores de jóvenes que viven en contextos de vulnerabilidad.
La referente de la ONG educativa abrió su exposición haciendo referencia a la importancia de la educación como derecho humano: "La educación es el motor de los derechos humanos. Con educación, las personas, además de poder construir un proyecto de vida en autonomía y en libertad, podemos acceder a conocer y ejercer otros derechos".
Además, le recordó al público la problemática educativa actual. A partir de los índices regionales, Méndez Ribas fomentó la articulación y el trabajo en conjunto entre el Estado, las Organizaciones de la Sociedad Civil, el sector privado, la cooperación internacional y la comunidad educativa (escuelas, estudiantes y familias).
"En nuestra región, alrededor del 50% de las niñas, niños y adolescentes son pobres monetariamente. Si medimos la pobreza de manera multidimensional, entendiéndose como la ausencia de al menos un derecho, la vulnerabilidad es aún mayor. Este índice define de manera significativa la oportunidad de tener una trayectoria educativa lineal o incompleta", alertó la Directora Ejecutiva de Cimientos.
Y agregó: "Los quintiles más bajos de ingreso quintuplican las chances de fracaso escolar en comparación a los quintiles más altos de ingreso. Es decir que el lugar de nacimiento sigue definiendo el acceso y posibilidad de ejercer el derecho a la educación".
Además, a partir de su experiencia de más de 25 años en Cimientos, expuso cuatro variables en donde las organizaciones de la sociedad civil pueden articular con el Estado para garantizar el derecho a la educación. “Las organizaciones podemos funcionar como un recurso vital para el Estado colaborando para que el mismo adquiera dinamismo, mejore sus prácticas habituales, pueda innovar en políticas públicas y sea más eficiente en su evaluación mediante la segmentación", explicó.
"En líneas generales, tenemos la capacidad de colaborar con el Estado mediante: la Identificación de destinatarios, la transferencia de conocimiento, las experiencias piloto y la articulación con otros actores", enumeró Mendéz Ribas para luego ahondar en ejemplos concretos de experiencias de articulación.
Finalmente, hizo hincapié en el rol del Estado como el garante final del acceso al derecho de una educación universal y de calidad, a la par que mencionó que los otros actores sociales son soporte de las políticas educativas en una articulación que calificó como "necesaria". En ese sentido, manifestó que ambas partes pueden aportar a solucionar o reducir las limitaciones de la otra. Además, explicó que los principales desafíos son el crecimiento a escala sin perder la eficiencia de los programas y la continuidad en el tiempo, más allá de los gobiernos.
"Estoy convencida de que la respuesta está en la transferencia del conocimiento y no en un paquete programático cerrado. Las articulaciones sólo podrán ser sostenidas en el largo plazo siempre y cuando el vínculo sea con el Estado y no con el gobierno. Para ello, los convenios de cooperación son igual de importantes que las continuas evaluaciones para demostrar la eficiencia del trabajo mancomunado", concluyó Méndez Ribas.
MB / ED