Los vecinos de la localidad de Godoy Cruz, provincia de Mendoza, fueron testigos de un triple crimen. Un hombre asesinó a su pareja, su cuñada y su suegra y, además, hirió a su hija de apenas siete meses. La noticia es, a esta altura, parte de la lamentable estadística: este año hubo un femicidio cada 30 horas. Lo notorio es la violencia insólita que tuvo lugar en este caso.
Después de perpetrar el múltiple homicidio, Miguel Angel Salazai Aceituno, de 30 años, abrió la llave de gas de la casa y dejó una vela prendida. A raíz de esto, la Policía Científica tuvo que escapar de la escena del crimen.
El ministro de Seguridad mendocino, Gianni Venier, sostuvo que el asesino es un “psicópata que no puede alegar ninguna situación violenta". "Esa actitud posterior al delito es de alguien que tiene pleno uso de sus facultades", sostuvo sobre la acción de abrir el gas y prenderla vela.
Tras los asesinatos, su hijo de 11 años, que fue testigo de todo, fue el que informó a un familiar lo que había ocurrido. “Papá mató a mamá”, habría dicho el menor por teléfono según Venier. "No se puede creer esta maldad humana", sostuvo el ministro tras llegar a la casa donde se perpetró el femicidio.