Según consta en la denuncia, el sector de La Salada conocido como Urkupiña abarca –según declaraciones de su propio presidente, Quique Antequera– unos 3 mil puestos; estimando un flujo promedio de 100 mil personas cada vez que abre sus puertas, los martes, jueves, domingos y feriados. Vae Soli Seguridad, dirigida por el ex policía Luis Nelson Davalos, es la empresa encargada de vigilar la feria. Para esa firma trabajaban Mirian Irala y Pedro y Facundo Coria. “Se hace necesario describir someramente ese contexto, para que se comprenda que el lugar estaba y está encriptado de todo contralor, incluyendo naturalmente el del Ministerio de Trabajo; haciendo de esa pequeña geografía una zona “franca” laboral; lo que facilita y estimula un altísimo porcentaje de trabajo en negro o defectuosamente registrado”, menciona la denuncia que presentaron los tres ex empleados de la empresa, bajo la tutela de la abogada Mónica Frade en el fuero laboral por trabajo en negro.
Allí describen el accionar “parapolicial” que funciona en La Salada, específicamente en la feria comandada por Antequera. También se encargaron de hacer saber lo que ocurría en Urkupiña en la Justicia penal. Esa denuncia está en trámite y está siendo investigada por el fiscal Fernando Semisa, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 12 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
Más denuncias. Al mismo tiempo se presentaron ante la AFIP y ante la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires. En esta última dependencia no obtuvieron la respuesta deseada: “Dijeron que se tenían que presentar las víctimas –mecheras y pungas–, pero no lo hacen porque tienen miedo. Entonces todo el proceso quedó congelado”, contó Irala en la entrevista con PERFIL.
Ayer, los tres denunciantes se presentaron en los Tribunales de Quilmes a raíz de la denuncia por trabajo en negro. Z y Coria llegaron a un acuerdo con la agencia de seguridad que aún está en funcionamiento. Alfa deberá esperar su turno en mayo. Según cuentan, los tres viven amenazados.