(a Susana Viau)
Que la iglesia de Cristo necesitase 500 años para poder entronizar a un poverello que recordase al de Asís, prueba que hace 2013 años algo no fue como contaron. Cristo hizo lo que pudo, pero eran 12 y algunos sueltos más contra ásperos feriantes que curraban en la vereda del Templo. No constan latigazos a ningún banquero con pollera. Fue una escaramuza. Seguro.
¿Cómo explicarlo? El símil de los Reyes Magos ayuda. Aún dura. Padres que no se lo creen pero sí se lo hacen creer a sus hijos (sic). A la casi única bronca en serio que le agarró a Cristo alguna vez, el Mercado le sigue sacando dividendos aún hoy. Oyeron el batifondo pero prosiguieron contentos su almuerzo. El más estratega sugirió explotar la rabieta del nazareno. "Dará sus frutos" adujo. "Amedrentará a los romanos" reforzó. Lo creyeron un chiste. No existe prueba histórica ni eco legendario de que Cristo se saliera de sí (estaba hecho de palabras no de carne) e irrumpiera "a lo Quebracho" en el Templo. Ningún Mercader Top se sintió expulsado por El. Y bien pudo el más avispado de esa mafia convertir esa revolución de estampita en un escándalo oportuno. Serviría para inquietar a los romanos acabaría disuelta en las acequias de Jerusalen. Caifás rabió. Pero el Plan se les escapó de las manos, llegó a los versículos de Juan (Sn. Jn. II, 13-22.) y mutatis mutandis entró en los siglos. Hasta Marx leería con cariño esa inocente aunque fogosa rebeldía cristiana ante la contradicción del mundo.
De estarse Cristo acompañado por Robespierre o Tupac Amaru o Castelli, hoy el Papa no sería argentino ni lapón ni bengalí. La historia habría pegado saltos de siete siglos por vez. El Papa no sería oriundo de ninguno de los 212 actuales países hijastros ni de ninguno de los 5 padrastros que cortan el bacalao: EE.UU., Rusia, China, Alemania e Inglaterra. De haber echado a los mercaderes del Templo otro gallo cantaría a la salida del Sol. Y todo sería al revés. Lo que tocase el rey Midas se convertiría en miel, el barón Rostchild sería quiosquero en Balvanera, el sultán de Brunei coleccionista de escarabajos,y López (¿Quién va ser? El que está en la guía, no ¡el que está en los diarios!) en duplicador de videos.
-- ¿Se entiende?
A ver... ("a ver", ese genial invento argentino para ganar tiempo, me ayudará a reforzar esta columna que me incumbe más que otras) Soy religioso, sí. Pero de una religión a la que (por edad) no llegaré ni con demora. Si bien en la previa me troquelaron cristiano, la Iglesia me resultó desde joven el embeleco mejor tramado del mundo. No solo por acción de las 115 señoras con polleras rojas que se reúnen cada muerte de... Papa, sino por el efecto espejo y buscada hipnosis de los millones que la necesitan corrupta para serlo ellos también. Dejo para otra vez el abordaje de esta obviedad y solo recuerdo una muestra: millones de argentinos que lloraron por el repentino Papa Francisco no se habían inmutado días antes cuando un grupo de argentinos orinaron a sus anchas dentro de la Catedral de su ninguneado Cardenal Jorge.
Muchas más nubes surrealistas sobrevolaron el país. 1/ La producción oficial de "verguenza ajena" superó, lejos, la cosecha de soja. 2/ Hubo soberbios actos de estupidez en grado fosforescente como Oposición y Oficialismo gritándose de pie en el Congreso ""Francisco" de un lado y "Genocida" del otro. 3/ El entremés vaticano de CFK, Papa y Mate escapa a mi juicio pues lo visto me lo suspendió y dejóme en blanco. 4/ Airado ante primicia que lo descerebró, el hermano Horacio (alias "El Perro", y no por fiel) tomó la daga clavada en la pared de su estudio, y espuma en boca farfulló una contraofensiva infantil. Le salió lo que le salió. Si existiera un aparato de medir la violencia personal, la suya dejó atrás la del hermano Luis y la de la ahora conversa Hermana Hebe. (El caso del hermano Horacio es patético. Al escribir a puntazos de daga se le niega la metáfora. Nunca pudo parir una. Le está vedado temblar. Se lo impide la daga) 5/ Los twiteros no lucieron en sus mini homilías: "Cosecharás tu Papa", "Carrió lo hizo. Carrió Papisa", "Llegaste, Jorgito", "Es el primer título mundial de San Lorenzo".
Vuelvo a Roma y tengo miedo por Francisco. Se entregó entero y en horas de pontificado marcó la cancha como para intentar una posible sucursal del cielo en tierrra. Pidió a los católicos no dejarse arrebatar la esperanza y les recordó que poseen la dignidad de ser "hijos de Dios" (lo cual debe haber electrizado el seso de los Mercaderes de Armas, Drogas y Sexo contra natura)
Eligió el sacrificio como ningún otro Papa jamás antes. Si se propone (como insinúa) y consigue unir a las tres religiones monoteístas, habrá marcado el Año Cero de una nueva Civilización. Ningún argumento puede justificar que 3 religiones le sigan rezando de modo diferente al mismo Dios de origen. Si bien entre nos ya vivía como poverello granbonaerense, la "revelación" según dijo, se le produjo al rogarle un cardenal "no te olvides de los pobres". Y así fue como Jorge se hizo Francesco. El de Asís ya esta en él. Aquí vivió lo más pobre que pudo dentro de su jerarquía y está claro que como esteta del espíritu ama la pobreza.Lo reconfirmó al bregar por "Una Iglesia pobre para pobres". Tampoco hay quedarse aquí. Habrá que matizar tamaña frase. Ya es hora de "Una iglesia rica para pobres". Bien que sedas, zapatos rojos, estolas áureas y solideos perlados vayan a parar a conjuntos de rock africanos o al vestuario de L' Scala. Pero "más para los pobres " será Su Iglesia si se blanquean pronto los fondos bancarios vaticanos y demás claroscuros goyescos que la enmarcan. Y que su reiterada tríada "verdad, bondad y belleza" sea la consigna de un nuevo tiempo humano.
Y para nada bien está que nuestro Hermano Jorge use zapatos rotos. No es modo de colaborar con el Exitosísimo Ecónomo Mayor del Plata, primer Monaguillo Oficial en salir a empapelar las caras de Macri con la revelación de que "El Papa es argentino y peronista". Difícil se lo pone ya que ahora es argentino prorrateado entre 1.200.000 millones y que se sepa en Belgrado solo dicen "perón" al preguntsr si el tren sale del perón 3 o del 7 o...
Cada instante sucede algo extraordinario. Para verlo solo hace falta estar "en estado" de vigilia. Algo inmenso merodeaba por el fin del mundo y dió señales de sobra. La foto del Papa Razinger bajándose en simultáneo del cielo y de tuitter preanunciaba que algo mayor sucedería. Y al lado nuestro. Nos cruzábamos con él en la ciudad sin reparar que hacía tiempo Dios había dispuesto darle la tarjeta "Sube" para algo más que el micro o el subte.
Y lo subió nomás.
(*) Especial para Perfil.com.
