Lo que no se ve en pantalla ni en las redes sociales

Cada día, Verónica Lozano (48) arriba a los Estudios Ronda de Telefe, en Martínez, dos horas antes del inicio de Cortá por Lozano. Desciende de su auto negro de marca alemana con Copito, su pequeño can, y a veces, cuentan, suma a su hija Antonia (9). Luego, la conductora almuerza con los productores ejecutivos del envío, repasan los temas del día, y después se alista en su camarín para iniciar un nuevo programa, acompañada por los panelistas Mauro Szeta, Lizy Tagliani, Nicole Neumann, Nicolás Peralta, Paola Juárez y Tamara Pettinato. Minutos antes del inicio, ya todos están listos en sus puestos en el Estudio 2.

AIRE. Verónica Lozano recibe en su diván a Ricardo Montaner, el cantante y jurado de La voz argentina, que tuvo de pupilo al campeón del reality. Las visitas diarias son el momento más íntimo de cada jornada, donde la conductora despliega sus dos vocaciones: la psicología y la de entrevistadora. Lozano no duda y, al revés de una sesión convencional de terapia, es ella la que primero se entrega a la charla, no tiene preguntas anotadas, solo recortes de notas e información que le pasa la producción, pero con una leida previa le basta. Improvisa, repregunta, pero nunca baja la mirada. A “La terapia” la siguen cuatro cámaras (tres estáticas y una móvil). “Verónica jamás te pide un plano u otro, o lo que más la favorezca. Es realmente muy relajada”, manifiesta uno de los cámaras mientras veinte personas que trabajan en la producción están como un mannequeen challenge. El resto, estoicos. El único sonido externo que nace detrás de cámara son los tres reidores (dos mujeres y un hombre), ubicados en un rincón entre los árboles de Navidad del decorado de Morfi.   

RATING Y TV. Cortá por Lozano compite con El diario de Mariana, magazine de El Trece, y si bien lidera el rating, desde la producción saben que es un remo diario y constante ante el piso bajísimo de rating que le deja El noticiero de la gente. “Telefe no tiene minuto a minuto pero yo lo tengo en mi celular, no te voy a mentir, y me lo dicen por la cucaracha. El rating es como un faro, prefiero verlo en el momento que en el día siguiente”, le responde la conductora a PERFIL. Dueña de un Martín Fierro en Labor de Conducción (2010), dice que a la tele “la veo bien” y que, si bien “los jovencitos no miran tele, me doy cuenta porque mi hija mira todo on demand, la tele tiene vida para rato, sigue siendo el lugar donde ocurren las cosas”. Tagliani empieza la última semana en el programa. La humorista tendrá su propio programa en la emisora de Viacom aun sin fecha de estreno: “Voy a extrañar, ojalá que pueda tener una participación, lo está manejando el canal. Y con mi programa, feliz, ya grabé los pilotos. Estoy expectante, ansiosa”.  

EL FENOMENO POLICIAL. Mientras Lozano se quita los zapatos y se prepara para desfilar ante un desafío que le propone Montaner, Mauro Szeta reconoce la importancia de los temas policiales en la agenda de los programas. “El policial es un género que antes era impensado ver en un magazine y ahora es casi la apertura de todos los magazines”, dice Szeta, con 26 años de trayectoria, y quien sostiene que el crecimiento de este año se debe “gracias a los casos de femicidios, violencia de género, abuso y violación, y es un momento de cambio histórico”. Szeta afirma que Ana Rosenfeld está en todo su derecho de renunciar a la defensa de Juan Darthés, aunque “se le puede repochar haber roto el secreto profesional. No la escuché en notas diciendo que él era culpable o decir: ‘El me dijo tal cosa’. Pero fue muy indicativo que la renuncia estaba sujeta a que algo sabía o que por algo no lo quería defender en una denuncia tan grave”.

La semana pasada, Lozano fue la primera en entrevistar en TV a Thelma Fardin tras su denuncia por violación a Darthés. Al consultarle si dejaría que su hija Antonia (fruto de su pareja con Jorge “Corcho” Rodríguez) trabajase como actriz en un futuro, la conductora no duda: “No sé. Yo preferiría que agote otras posibibilidades, que vaya a taekwondo, le gusta bailar, imagino que seguirá alguna cuestión artística porque está todo el día bailando y cantando... Son tiempos complejos más allá de los artistas, porque se pone el foco en giras, y hay giras de hockey, de rugby, casos en el fútbol. Hay que estar alerta y escuchar a los chicos. A Antonia le conté lo de Thelma en los términos que ella puede entender, que nadie puede abusar de tu cuerpo y de tu intimidad”. Miembro del Colectivo de Actrices, Lozano afirma que a Mauricio Macri le preguntaría “por qué no se compromete con las mujeres, porque está claro que no se compromete. Por qué bajó el presupuesto destinado a la violencia de género”.

El especialista en casos policiales recomienda sus dos series del género que más le gustaron: “Estoy viendo Narcos México, está bien hecho, va in crescendo en el capítulo dos o tres, y lo más parecido a la realidad local, nuestra, bien hecho es Un gallo para Esculapio, no disfraza la realidad, se parece a lo que existe en el mundo delicitivo y lo que hay en las cárceles tumberas del mundo que yo veo a diario”.

COPITO, EL GURU. A centímetros de los pies de Vero Lozano se encuentra la cucha de Copito. Y no es casualidad que la mascota de la conductora sea un participante activo del programa. Peralta revela el secreto. “Copito es como el séptimo integrante, le falta hablar, entiende todo, y capta todo porque cada vez que viene un invitado le hace fiestas, lo olfatea, si tiene buena energía, y nosotros lo miramos a ver qué hace. Si tiene mala energía lo ignora, se tira en su cuchita. Copito es como un termómetro”. Peralta reafirma la teoría energética con una anécdota: “El día que se supo del asesinato de Sheila, la nena que fue asesinada por sus tíos y que en ese momento no se sabía quién había sido, en la pantalla apareció la cara del tío, Copito lo vio y empezó a ladrar que no lo podían parar, lo tuvieron que sacar del estudio. Cuando se confirmó que había sido el tío de Sheila, no lo podíamos creer”. Cortá por Lozano continuará durante el verano y el reemplazo de Lizi Tagliani será el humorista Pichu Straneo, quien hará móviles en vivo desde Carlos Paz. “La Navidad la paso acá y el Año Nuevo en Uruguay. En febrero me voy de vacaciones”, cierra Lozano.

Las hijas de Nicole

Un show aparte son Allegra y Sienna, las dos hijas de Nicole Neumman, que son inseparables de su madre. Las chiquitas van y vienen entre el plató y el kiosco de Estudios Ronda, donde compran golosinas todo el tiempo. Allegra se para frente a la puerta del Estudio 2 y les pregunta el nombre a todos los que pasan. “Ahora vengo más porque terminé el colegio, si no tengo que faltar. Me gusta venir acá”, dice Allegra. Sienna, la más chica de las tres hermanas (fruto de la relación de Neumann con Fabián Cubero), es la que más acompañó a Nicole este año porque no tuvo doble escolaridad y heredó el amor por los perros. Sienna ama con locura a su mascota, Buda Chanchito. Ingresa al estudio preguntando a viva voz dónde está su mamá, se acerca, le da un beso a Nicole y se sienta en su regazo a jugar con el celular. Allegra aparece al rato y abraza a su mamá por el respaldar del sillón. Indiana, la más grande, viene poco y es la más tímida”, comenta un asistente. Cuando tratan un caso policial fuerte, la productora Coni Valente las lleva afuera del estudio. “Yo no las dejaría trabajar desde chicas, como fue mi caso. A los 18 sí, antes no. Es la idea que tengo en un principio, pero nunca se sabe. Ahora, con las redes sociales, está todo mucho más expuesto que cuando yo empecé. Me daría un poquito de miedo”, confiesa la modelo y conductora, de 38 años. “Ellas son chicas, no usan redes, no son fanáticas de los teléfonos, miran Soy Luna, hoy por hoy no me preocupa. Les hablo mucho, les cuento que hay gente mala, que si alguien les hace algo, ellas tienen que gritar, y para eso están bastante entrenadas. En el colegio les hablan mucho de sus partes íntimas, que nadie las tiene que tocar ni acompañar al baño y por un lado, desde el lado del diálogo, son superconscientes y mucho más que eso: protegerlas es con la presencia y el diálogo”.