ESPECTACULOS
Arde Madrid

Perón e Isabel en otra serie éxito de España

Los argentinos Osmar Núñez y Fabiana García Lago encarnan a los ex presidentes en la tira sobre el paso de Ava Gardner por Madrid: eran vecinos.

Osmar Nuñez y Fabiana García Lago son Perón e Isabelita en su exlio madrileño, en la serie ibérica que ya confirmó su segunda temporada.
Osmar Nuñez y Fabiana García Lago son Perón e Isabelita en su exlio madrileño, en la serie ibérica que ya confirmó su segunda temporada. | Cedoc Perfil

¿Sabes por qué me gusta tanto España? Porque tiene los mismos defectos que yo. Ava Gardner reflexiona, al borde de su piscina madrileña, copa o cigarrillo en mano, o los dos, con una lucidez que sabe abrirse paso en sus resacas. Corre 1961 y, aunque suene paradójico, es allí, en pleno franquismo, donde la estrella de Hollywood se siente más libre. Ella y sus extravagancias son el contexto donde se instala Arde Madrid, curiosa serie de 8 capítulos de media hora de duración, producida por Movistar+ que se destacó a fines del año pasado.

El responsable casi absoluto es Paco León (dirige y protagoniza), quien junto a su mujer –la directora Anna Rodríguez- trabajaron durante cinco años en el proyecto con el objetivo de hacer algo diferente a lo que se venía viendo en televisión. Buscaron historias y se toparon con los escándalos de la Gardner, “la de los toreros”, “la que no llevaba bragas”, “la que jamás estaba en estado católico” en tiempos donde en España se repartían manuales oficiales que explicaban todos los males que podía acarrear la masturbación, incluidas la anemia y las caries dentales. Y si bien mucho arde en la serie, la historia no es la de Ava sino la de Ana Mari (Inma Cuesta) y Manolo (el propio León), dos españoles de clase baja que, fingiendo ser matrimonio, entran a trabajar a la mansión. Ana Mari, coja por la polio, va de espía: se le encarga reportar sobre “reuniones peligrosas, comunistas, anarquistas y toda esa calaña del artisteo” que puedan producirse allí. Lo de Manolo no queda tan claro, vemos que es un buscavidas tramposo, torpe, que no se sabe bien de dónde vino.

El desenfreno de Ava Gardner en la serie creada por Paco león y vendida a varios países.
El desenfreno de Ava Gardner en la serie creada por Paco León y vendida a varios países.

Esas reuniones, más bien fiestas, que nada tienen de comunistas, se dan cada noche. Y hay dos que las sufren. Dos que no están allí por gusto, instalados en el piso de abajo: el matrimonio Perón. Exiliado –aunque se hace llamar Presidente de la República Argentina- el General (Osmar Nuñez, volviendo a interpretarlo pero acá en una versión más desestructurada) e Isabelita (Fabiana García Lago), a pura palabrota, dolores de cabeza y paranoia a los atentados, son otra de las tramas atractivas por donde se despliega la serie. No toleran a su vecina, quien para colmo de males, ha tildado de “maricón” a su caniche Canela por no haber servido a la perrita de la actriz.

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Lo mejor de Arde Madrid es todo eso, aunque la acción avanza por otro lado, por una trama más vulgar: la historia de un collar valioso, las amenazas de una familia gitana y una estafa. Eso va sirviendo para hilvanar todo lo otro, que brilla mucho más que el collar. El mundo de personajes reconocibles –pasan Carmen Sevilla, Lucía Bosé, canta Lola Flores, Sinatra al teléfono, la muerte de “Papá” Hemingway- , que aunque algunos bastante maquetados, son interesantes de seguir.

Además de la pareja protagónica, hay que destacar el trabajo de Debi Mazar, la actriz norteamericana quien una vez se topó con Sinatra en casa de Madonna y le dijo “Me recuerdas mucho a mi Ava”. Esa Ava a la que él solía llamar “el animal más bello del mundo” y Mazar, aquí, sabe retratar: La castración de los deseos, del amor, de la alegría… Eso es la indecencia dirá.

Belleza y extravagancias, dentro de una España trágica, oscura y represiva. Todo Arde en esa Madrid, hasta los perros.

 

El blanco y negro vino con audiencia

Cuenta Paco León que la clave para convencer a Movistar+ para que produzca la serie fue el blanco y negro. Que se sentó frente a los ejecutivos y les dijo: Ser los primeros en algo está bien. Ser la primera serie de televisión en blanco y negro, esa medalla no os la queréis poner? ¿Queréis que Netflix se adelante?. Y la medalla, finalmente la obtuvieron: estrenaron el 8 de noviembre de 2018 en simultáneo en España y Latinoamérica, y a la semana registraron que más de 1.2 millones de personas habían visto al menos un capítulo. La serie completa, en esos siete días, contó 300.000 espectadores. Por supuesto, no tardaron en anunciar la segunda temporada que podrá verse recién en 2020, ya que aún siguen escribiendo los guiones. El rodaje está previsto para el mes de junio próximo, claro está, en Madrid. Y mientras tanto, Netflix tuvo lo suyo con Roma, la película de Cuarón, quizás también gracias al blanco y negro.