Charlie Hebdo volverá a salir la próxima semana con un número excepcional que tirará un millón de ejemplares. “A pesar del duelo, decidimos seguir saliendo. Es el mejor homenaje que podemos hacerles a nuestros colegas muertos”, dijo Patrick Pelloux, redactor de la publicación, a PERFIL.
La revista quedó diezmada el miércoles, cuando los terroristas asesinaron a sus principales dibujantes y redactores. Pero al día siguiente, unos 15 colaboradores se reunieron en la casa del abogado de la empresa, Richard Malka, que declaró: “decidimos continuar. Es una forma de decir ‘no, no mataron a Charlie Hebdo, no ganaron’”.
Pelloux, por su lado, indicó que aún no sabían cómo iban a hacerlo ni con qué medios. “Como hubiera dicho Cabu, tenemos que hacer una edición todavía mejor. No sé cómo… Vamos a escribirlo con lágrimas”, prometió.
“El equipo sufrió un tremendo shock emocional que demorará mucho tiempo en superar”, dijo Pelloux, que trabaja como médico de emergencias.
“Algunos no querrán continuar con la aventura de Charlie porque están aterrorizados”, reconoció Jeannette Bougrab, compañera sentimental del dibujante Charb, que dirigía la publicación.
La mujer de 41 años –que fue secretaria de la Juventud en el gobierno de Nicolas Sarkozy– es partidaria de seguir publicando la revista: “La desaparición de Charlie Hebdo sería como un segundo asesinato” de los humoristas muertos.
La dirección del diario de centroizquierda Libération ofreció a Charlie Hebdo alojarlos gratuitamente en su redacción, en la Plaza de la República, hasta que pueda volver a su sede, hoy parcialmente destruida por los balazos, con manchas de sangre en el piso y las paredes, e invadida por expertos de la policía técnica y científica en busca de pistas. “Los recibimos en nuestra casa, durante todo el tiempo que sea necesario, como a un miembro de la familia en desgracia”, explicó el director de Libération, Laurent Jauffrin.
Malka aceptó la invitación con emoción. “Hay que comprender que no tenemos nada, ni computadoras, ni siquiera un lápiz para trabajar”, explicó.
La decisión de continuar en la calle cada semana provocó una inmensa ola de solidaridad. La revista, cuyas ventas habían caído a un promedio de 50 mil ejemplares por semana, se encontraba al borde de la quiebra.
Para financiar el millón de ejemplares del número especial, la revista recibirá 500 mil euros de ayuda, la mitad prometida por el Fondo de Prensa y Pluralismo y el resto por el Fondo Google para la Innovación de la Prensa. Todos los eslabones de la cadena de distribución –desde las grandes centrales nacionales hasta los quioscos– se comprometieron a distribuir gratuitamente la publicación a fin de restituir íntegramente el producto de la venta a la publicación.
La revista también recibió centenares de propuestas de colaboración de humoristas de todo el mundo, dispuestos a trabajar gratuitamente en el próximo número. Esta edición, sin embargo, estará reservada exclusivamente a la “familia de Charlie Hebdo”, es decir a los sobrevivientes.
Malka afirma que por el momento el horizonte del equipo llega hasta el miércoles próximo. “¿Después? Después veremos. Ya es extremadamente difícil pensar el próximo número, de modo que imaginar el futuro a largo plazo…”
