Francisco, a los jóvenes: “No dejen de amar a la escuela”

AP/ANSA
Desde el Vaticano
El papa Francisco tuvo el sábado un auténtico “baño de multitudes” en la plaza San Pedro, donde fue vitoreado al menos por 300 mil estudiantes llegados de toda Italia para el encuentro We Care, organizado por la Conferencia Italiana de Institutos Seculares, centros de enseñanza católica.
“Se ve que esta manifestación no es ‘contra’, sino ‘para’. No es un lamento, es una fiesta para la escuela. Sabemos bien que hay problemas y cosas que no funcionan. Pero ustedes están aquí, nosotros estamos aquí porque amamos a la escuela”, dijo Francisco, que fue vitoreado incesantemente.

El Pontífice subrayó a los jóvenes que “se educa para asumir valores. Les deseo un buen camino en la escuela, que haga crecer las tres lenguas que una persona madura debe hablar, la lengua de la mente, la del corazón y la de las manos, pero armoniosamente”.

Durante el encuentro, varios participantes recordaron sus experiencias en la escuela y el propio Francisco evocó “la imagen de mi primera maestra, que me ayudó a crecer, esa maestra que me recibió a los seis años en el primer nivel de la escuela. Nunca pude olvidarla, me hizo amar la escuela y la seguí visitando hasta que falleció, a los 98 años.

“Por favor, no nos dejemos robar el amor por la escuela”, exclamó Bergoglio en su discurso, que improvisó.

Por la mañana, el Papa había recibido en audiencia en el Vaticano a una delegación de jóvenes que asistieron a We Care, a quienes pidió que “no pierdan nunca el impulso de caminar por las calles del mundo, la conciencia de caminar, de andar aunque sea con paso incierto o tropezando, es siempre mejor que estar parado”, dijo y subrayó, como otras veces, la importancia de “escuchar a Dios”, para enfrentarse a los problemas de la vida.

En su intervención, Bergoglio subrayó que todos los alumnos que se forman en el cristianismo en los institutos seculares son “parte de esa Iglesia” con la que sueña.

Alergia a la solidaridad. Antes del encuentro con los jóvenes, en otra de las audiencias en el Vaticano, el Papa dijo que “en el sistema económico actual la solidaridad se ha convertido en algo molesto, incómodo”.

“El año pasado dije que la solidaridad se ha convertido en una mala palabra, ahora se ha convertido en casi una alergia”, afirmó Francisco.
“La crisis de los últimos años, que ha provocado una caída de los valores éticos, ha incrementado esta ‘alergia’ a palabras como la solidaridad, la distribución equitativa de los bienes, la prioridad del trabajo”, dijo el Papa al recibir a los participantes de la conferencia internacional “La buena sociedad y el futuro de los puestos de trabajo: ¿la solidaridad y la fraternidad pueden ser parte de las decisiones de negocio?”