POLITICA
1 de marzo comienzan las sesiones

A los moyanistas les molesta el avance de La Cámpora en las bancas

El poder de los jóvenes K se siente con intensidad en el Legislativo. Las posturas, divididas entre los sindicalistas y quienes son 100% fieles a la Presidenta.

Moyanistas y kirchneristas compartieron numerosos actos. Otros tiempos.
| Telam

Ya no todos tiran para el mismo lado. Y no son rumores. Son declaraciones públicas y acciones concretas. El sindicalismo y el Frente Para la Victoria (FPV) se envían mensajes en todos los ámbitos de poder. Y el legislativo (las sesiones comenzarán el 1 de marzo) no queda afuera de estos cortocircuitos. Las internas se reproducen también entre los gremialistas: los que defienden a Moyano y los que creen que hay que acatar las órdenes de la presidente Cristina Fernández de Kirchner. En el medio, el ya consolidado poder de La Cámpora.

Diputados. El 14 de diciembre de 2011 el Gobierno logró aprobar el nuevo etatuto del peón rural. Los diputados sindicales tuvieron actitudes distintas. Omar Plaini (canillitas), Héctor Recalde (laboralista cercano a la CGT) y Facundo Moyano se levantaron del recinto, en tanto que Carlos Gdansky (referente de la UOM) y Roberto Robledo (dirigente de la Uocra y titular de la de CGT de La Pampa) firmaron el dictamen.

Hoy las aguas se dividieron aún más. En diálogo con Perfil.com, Gdansky dejó en claro su posición: "Tenemos que acompañar absolutamente este proceso político". Ni bien soltó esa frase, agregó, por las dudas que esa decisión era "no por obsecuente, sino porque este proceso nos sacó de una crisis absoluta". Por último, fue contundente al afirmar que el bloque "es del FPV, no sindicalistas por un lado y kirchneristas por el otro. Somos una tropa obediente porque el oficialismo tiene una conducción clara".

Contra camporistas. La situación en la Cámara de Diputados bonaerense no es ajena a lo que sucede en el ámbito nacional. Allí uno de los voceros del líder de la CGT, Hugo Moyano, es Jorge Mancini, secretario general de gremio de trabajadores del CEAMSE. El otro, Héctor Martínez (secretario general del sindicato de Camioneros de Mar del Plata). A Mancini no le cayó nada bien la llegada de dirigentes camporistas al recinto. Menos aún la de Gabriel Mariotto a la vicepresidencia del Poder Ejecutivo.

"Veo para peor el ingreso de La Cámpora. Ellos no acompañan, sino que controlan", señaló Mancini a este portal. Para él no habrá problemas dentro del sindicalismo cuando comiencen las sesiones, pero sí con los camporistas. En ese sentido, le pegó a José Ottavis, vicepresidente de la Cámara: "Recién asumió y ya tiene ese cargo. Es una falta de respeto".

Tampoco dejó dudas acerca de a quien responderá en caso de que el quiebre Moyano-Cristina sea definitivo: "Soy moyanista y tengo absoluta lealtad a él"

La ciudad no queda afuera. Si bien es el macrismo quien mantiene la mayoría en la Legislatura porteña, el FPV y los sindicalistas no están en buena sintonía. Eso quedó demostrado cuando el peronista Claudio Palmeyro (responde al líder de los taxistas, Omar Viviani) sorprendió a todos armando un monobloque que tituló "Peronista Sindical".

El objetivo de Moyano era que se sumen Mateo Romeo (porteros) y Alejandro Amor (municipales) pero no logró su cometido. Es que el primero responde a Víctor Santa María, con fuertes vínculos con el kirchnerismo de la ciudad y el segundo no quiso romper relaciones con el FPV y su lista, encabezada por Juan Cabandié.

A menos de un mes para que comiencen las sesiones, todo hace prever que estas internas entre los K y el sindicalismo provocará más de un dolor de cabeza.

(*) De la redacción de Perfil.com.

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