El año judicial terminó con un pico de tensión política y el nombramiento de 18 fiscales en nuevos puestos clave sumó nuevas críticas ayer. La decisión promete traerle a la jefa de los fiscales un nuevo frente en 2015. La Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, despidió el año con una fuerte movida antes de tomarse unos días de vacaciones. Reacomodó fiscales en varios puntos del país y nombró a dos nuevos ante la Cámara Federal de Capital Federal, encargados de revisar las decisiones de los fiscales que investigan hechos de corrupción en el Gobierno. Esa decisión es la más polémica, ya que esos cargos acaban de ser creados en el nuevo Código Procesal Penal, pero no están reglamentados. El abogado constitucionalista Daniel Sabsay opinó ayer que las designaciones son de una “inconstitucionalidad manifiesta” y de una “gravedad extrema”, propias de una “dictadura”. También agregó que la funcionaria incurre en “abuso de poder y encubrimiento”. La Procuración anunció que apunta a “optimizar el funcionamiento de las dependencias vacantes mientras se celebran los concursos para ocuparlas”. La tensión también terminó con el desplazamiento del fiscal Guillermo Marijuan de la unidad de investigación de delitos en la Anses. Fue después de que criticara las políticas de Gils Carbó en una entrevista con PERFIL. La Procuradora también había apuntado a Marijuan una semana antes, en un reportaje con este diario, donde lo acusó de embestir contra ella y el fiscal Carlos Gonella. Marijuan dijo que Gils Carbó discriminaba a sus empleados al no nombrarlos en el cargo. Como respuesta, la jefa de los fiscales apartó al magistrado de la unidad, pero efectivizó a todos sus empleados.
