Una marea de esperanzados veraneantes que eligieron la primer quincena de enero para visitar Mar del Plata y poder ser testigos del preciso momento en el que el verano estalla y las playas se atestan de sombrillas están, desde el primer día del año, esperando que el gran acontecimiento suceda.
Luego de una semana de amagues de sol pleno, las playas se terminaron de vaciar hoy cuando una intensa lluvia azotó la ciudad costera. En medio del aguacero, miles de turistas desembarcan en la rambla y rezan por que vengan tiempos mejores.
Es que el tiempo en la feliz no acompañó del todo el arranque del 2007: Ayer el cielo se dejó ver gris, con una constante amenaza de lluvia, lo empujó al los visitantes a hacer shopping, visitar el puerto o caminar por la costa. Tan sólo a partir de las 5 de la tarde la temperatura arañó los 24 grados, lo que volcó a los veraneantes a volcarse un rato hacia la arena fría de la playa.
Hoy tampoco, por ahora, pudo ser. La compra de los típicos pulloveres en el centro y los cafecitos con medialunas son las actividades más realizadas, ya que el agua y los 15 grados que enfrían la ciudad no dan lugar a un verdadero estallido de la temporada. Habrá que esperar hasta mañana.