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Terapia de shock

Argentina prueba el apetito externo con la venta de un bono en dólares

El Gobierno busca medir el interés internacional mediante una colocación clave. La operación servirá como señal sobre el nivel de confianza en la gestión económica actual. Galería de fotos

Argentina Lands $20 Billion IMF Agreement And Eases FX Rules
Argentina Lands $20 Billion IMF Agreement And Eases FX Rules | Foto: Erica Canepa/Bloomberg

Una emisión local de bonos en dólares prevista para este miércoles puede ser un pequeño paso para el gobierno argentino a nivel local, pero un gran salto hacia un posible regreso a los mercados internacionales de deuda.

Autoridades y analistas ven la operación como un ensayo para la eventual reanudación externa del país. El gobierno planea licitar un Bonar, el primer bono del Tesoro en dólares en cinco años, y el tamaño de las órdenes extranjeras será un indicador clave de si existe una vía para que el gobierno de Javier Milei avance hacia un posible canje de deuda.

Luis Caputo quiere conseguir US$ 1.000 millones a una tasa por debajo del 9% con el nuevo bono en dólares

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Dado que la emisión prevista se realizará bajo legislación local, Argentina medirá por primera vez en años el apetito de los inversores extranjeros. Pocos dudan de que la operación atraerá una fuerte demanda de compradores locales, como se vio en recientes colocaciones corporativas y provinciales.

“Hay mucho interés de inversores extranjeros y esto tiene como objetivo captar su demanda”, dijo Matías Tamburini, director ejecutivo de Balanz Capital Valores. Argentina podría recibir entre US$2.000 millones y US$4.000 millones en órdenes, principalmente de fondos real money y bancos del exterior, añadió.

El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo el martes que su objetivo es conseguir al menos US$1.000 millones en nueva deuda a una tasa menor a 9% en la subasta del miércoles.

Las estimaciones de un experto para que el Gobierno pueda “salir al mercado internacional”

El bono vencerá en noviembre de 2029 y pagará un cupón anual de 6,5% en cuotas semestrales, según el gobierno. Caputo ha dicho que parte de los fondos se utilizarán para cubrir próximos vencimientos. Argentina enfrenta alrededor de US$4.500 millones en pagos de bonos en enero, seguidos por un monto similar en julio.

El plazo relativamente corto es parte del atractivo inversor. “Una duración corta como la de este bono es atractiva porque gran parte del universo de deuda emergente está en papeles a 10 años y hay escasez de bonos más cortos”, dijo Walter Stoeppelwerth, director de inversiones de Grit Capital Group.

Caputo dijo a su equipo que ha reunido a inversores internacionales que planean participar en la licitación, según una fuente con conocimiento directo. Fondos real money y bancos internacionales podrán suscribirse a la operación a través de instituciones locales junto con inversores nacionales, explicó la persona, que pidió anonimato para discutir detalles que no se han anunciado públicamente. El Ministerio de Economía declinó hacer comentarios.

Ministerio de Economía

Milei respondió con entusiasmo a la operación prevista para esta semana, describiéndola como un “regreso a los mercados” en un post en X. Argentina emite deuda local varias veces al mes.

“Hay una comunidad de gestores que querría tener un bono con una duración de unos 3,8 años y un rendimiento en el área de 11% a 11,5%”, dijo Stoeppelwerth. Con la duración promedio de la deuda soberana emergente en moneda dura rondando entre 6,5 y 7 años, un bono argentino de menor plazo ofrece a los inversores una forma de diversificar el riesgo de tasas mientras obtienen retornos en dólares de dos dígitos, señaló.

Sin embargo, queda un largo camino por recorrer para que Argentina recupere el acceso pleno a los mercados internacionales, que incluye reformas estructurales y una acumulación suficiente de reservas, explicó Juan Manuel Pazos, economista jefe de One618. “La colocación representa un movimiento táctico para movilizar liquidez doméstica y comprimir spreads”, señaló, y agregó que la operación probablemente reunirá entre US$1.000 millones y US$1.500 millones, menos que los US$4.300 millones que se necesitan en enero.

Luis Caputo confirmó la vuelta al mercado de deuda: “Es una señal muy positiva que está repercutiendo en las cotizaciones de los bonos”

La demanda internacional dependerá del rendimiento ofrecido, que a su vez dependerá del precio de corte en la subasta. Bonos comparables emitidos por el país, por ejemplo los que vencen en julio de 2029 y en julio del año siguiente, rinden actualmente 10%. Algunos reportes estiman que el rendimiento final del nuevo bono, que vencerá en noviembre de 2029, podría ser de 11% o 12%.

Caputo dijo que el gobierno eligió deliberadamente una estructura de ley local para evitar la llamada Ley Guzmán, un estatuto de 2021 que requiere aprobación del Congreso para nuevos bonos en moneda dura bajo jurisdicción extranjera y obliga al gobierno a mejorar al menos dos de tres términos financieros —plazo, cupón o capital— en cualquier canje bajo ley extranjera. Emitir bajo ley local da al gobierno más margen operativo para permanecer fuera de ese marco.

Los mercados argentinos han repuntado con fuerza reciente desde que el partido de Milei superó las expectativas en las elecciones legislativas de octubre. Los rendimientos soberanos han caído a cerca del 10%, aproximadamente seis puntos porcentuales por encima de los bonos comparables del Tesoro estadounidense, lo que se acerca a los niveles que Caputo señaló como atractivos para una nueva emisión.

Bajaron el riesgo país y el dólar tras el anuncio de Luis Caputo

El ministro dijo la semana pasada que el gobierno está “muy confiado” en que el riesgo país continuará bajando y que “estamos más cerca que nunca de tener acceso a los mercados”. Los bancos ya presentaron ofertas por entre US$6.000 millones y US$7.000 millones, mientras el gobierno decide cuánto endeudarse, afirmó Caputo durante un evento en Buenos Aires.

“Una fuerte demanda del exterior enviaría una señal poderosa de que Argentina vuelve a estar en el radar de los inversores globales de crédito”, dijo Tamburini.

GZ