El banco central de México, famoso por su línea dura, está listo para reducir las tasas de interés por tercera vez en dos meses, acelerando un ciclo de flexibilización a medida que la economía del país se derrumba.
Es probable que Banxico, como se conoce al banco central, reduzca su tasa de referencia en medio punto a 5,5% en una reunión de la junta el jueves, según 20 de las 22 estimaciones recopiladas por Bloomberg en una encuesta. Eso dejaría las tasas mexicanas en el nivel más bajo en más de tres años después de que el banco, tradicionalmente uno de los más cautelosos del mundo, hiciera dos recortes no programados consecutivos en marzo y abril.
Dos de los economistas encuestados prevén que Banxico hará una reducción aún mayor de las tasas el jueves: Carlos Serrano de BBVA espera una reducción de 75 puntos base y Álvaro Vivanco de Natwest Markets pronostica un recorte de un punto porcentual. Los formuladores de políticas mexicanos suelen mostrarse reticentes a hacer grandes variaciones en las tasas y desde mediados de 2009 que los cambios de política monetaria son de medio punto menos.
Sin embargo, la segunda economía más grande de América Latina enfrenta una caída de la actividad sin precedentes después de que las cuarentenas obligaran a cerrar las empresas mexicanas clave y que Estados Unidos, el principal destino de las exportaciones del país, también cayera en una profunda recesión. Se espera que el producto interno bruto se contraiga 7,5% este año, según un sondeo del 5 de mayo realizado por economistas de Citibanamex. El mes pasado, México sufrió una pérdida récord de trabajos formales, mientras las compañías luchan por mantenerse a flote.
Más por venir
Vivanco dijo que, incluso si Banxico no reduce su tasa de referencia en un punto porcentual completo esta semana como él espera, el banco central se ha embarcado en un ciclo de flexibilización que implica nuevas reducciones en 2020.
“Las tasas mexicanas continuarán disminuyendo”, dijo en una entrevista desde Stamford, Connecticut.
La desaceleración de la inflación también refuerza las expectativas de tasas de interés más bajas a pesar de la depreciación del peso mexicano, que ha perdido más de 20% este año a medida que se acumulan malas noticias. Los precios al consumidor cayeron 1,01% en abril, la mayor disminución para cualquier período de un mes desde al menos 1969.
Tal como están las cosas, México puede terminar el año con una tasa de referencia de 4,75%, según los economistas encuestados por Citibanamex. Hace sólo dos meses, antes de que la pandemia socavara las perspectivas de crecimiento del país para 2020, se proyectaba una baja de la tasa clave a 6% a diciembre.
El ciclo de relajación, que comenzó en agosto, también reducirá la tasa de interés real de México, o su costo de endeudamiento menos la inflación, que ha sido una de las más altas del Grupo de los 20 países. Para mantener los precios al consumidor bajo control y proteger el peso mexicano, los encargados de formular políticas de Banxico han mantenido su tasa clave significativamente por encima de la inflación.
Pero esta agresividad recientemente ha mostrado signos de disminución. En marzo y abril, el banco central redujo las tasas de 7% a 6% y dejó en claro que continuarían actuando según sea necesario.
Además de los recortes de tasas, Banxico también ha tomado medidas adicionales para impulsar la liquidez del mercado y ha vendido créditos en dólares utilizando una línea de intercambio de US$60.000 millones que tiene con la Reserva Federal y ha expandido las ventas de coberturas a plazo no entregables. Hasta ahora, los formuladores de políticas se han resistido a intervenciones más directas, como la venta de reservas de divisas, a pesar de que países como Brasil han tomado acciones similares.
Hasta la fecha, Banxico ha tenido que seguir en gran medida solo, debido a que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, sigue rechazando medidas de estímulo importantes o rescates en nombre de la protección de la posición fiscal del país. Mientras el Ministerio de Finanzas se mantiene al margen, la presión sobre Banxico para actuar ha aumentado.
Los mercados de swaps ya tienen un precio de alrededor de 2 puntos porcentuales de nuevos recortes durante el próximo año, lo que lleva la tasa de política monetaria a 4% en abril de 2021. Vivanco, sin embargo, dice que necesitarán acelerar el ritmo.
“Banxico es un caso atípico en términos de tasas reales. Todos los demás bancos centrales han podido flexibilizar y sorprender en muchos casos, sin ninguna tensión en los mercados locales”.